Julián Rubio. El máximo responsable del banquillo amarillo y el que menos culpa tiene de lo que ha provocado que el cadismo pierda los nervios tras muchas semanas tragando saliva. Cosas de la vida.

Julián Rubio. Entrenador del Cádiz para sólo tres jornadas, pero para tres jornadas que van a marcar el futuro de la entidad. Cosas de la vida también.

"Dependemos de nosotros mismos y eso es lo más importante", resumió el técnico manchego en la rueda de prensa posterior al partido que ayer disputaron ante 16.668 sufridores Cádiz y Sevilla Atlético. El Cádiz depende de sí mismo e incongruentemente y visto lo visto ayer ante el filial sevillista ésa puede ser la peor noticia. La vida misma.

Julián Rubio pudo sentir por fin cómo se vive un partido en el banquillo local del Carranza. Y pronto querrá olvidarlo. "A pesar de todo tuvimos ocasiones de gol como para haber sumado tres puntos que eran importantísimos para nuestro objetivo", explicó el manchego. A pesar de todo. Nunca mejor explicado.

"Cuando juegas con estas urgencias como las que tiene el Cádiz la ansiedad te puede pasar factura", argumentó Julián Rubio, minado en su optimismo de sacar la situación adelante tras un encuentro marcado de color rojo con el mismo rotulador que vive en la pizarra del vestuario desde hace varias jornadas.

"Nadie pensaba en que no fuéramos a sumar los tres puntos, nadie. Ha sido un palo y eso que ha habido ocasiones para ganar, con lo que te quedas con el amargo sabor del empate", recordaba el cuarto inquilino del banquillo cadista esta temporada. Cuatro entrenadores, dos presidentes... pero los mismos jugadores. "Tienes que saber que puedes ganar en cualquier momento y no precipitarte y lo hemos hecho", señaló.

Ayer todo era pesimismo en amarillo, pero desde hoy habrá que creer que la permanencia es posible. "Dependemos de nosotros", insistió Julián Rubio, que explicó cómo estaba el vestuario tras el partido, además de acosado por los propios hinchas. "Creíamos que íbamos a ganar de una forma o de otra, y moralmente estamos ahora mismo tocados", dijo el entrenador del Cádiz. "Pero podemos resolver en Alicante", concluyó, recuperando el optimismo que ha vendido desde su llegada al submarino amarillo.

Por otra parte, Fermín Galeote no era ni optimista ni pesimista. Tal vez, simplemente realista. "El partido ha estado marcado por la necesidad del Cádiz de sumar los tres puntos, pero tuvimos la victoria al alcance de la mano y nos faltó acertar en el último pase", explicó. "Soy un recién llegado a Segunda División y veo la categoría muy igualada. No se va a saber quién sube y quién baja hasta el último minuto y todos tienen las mismas opciones", matizó el técnico del Sevilla Atlético.