Satisfecho por la clasificación pero con la cabeza fría porque queda la final definitiva. "Es una competición con mucha tensión, con tres finales, es un a prueba de resistencia". El entrenador del San Fernando, Antonio Iriondo, calificaba de "justa y corta" la victoria de su equipo. De hecho, el técnico apuntaba que "hemos fallado muchos goles", aunque el factor campo fue fundamental. "En nuestra casa somos fuertes".

Iriondo reconocía que la expulsión del jugador del Loja Ramón "condicionó a un rival con una estructura rígida que trabaja con un sistema. Contra once es muy difícil". A su juicio, la tarjeta roja al lateral izquierdo del conjunto granadino "fue justa, fue una entrada por detrás al gemelo".

Y es que, en su opinión, el Loja "es un equipo que juega al límite del reglamento y eso conlleva un riesgo". Recordó que en el encuentro de ida, el San Fernando recibió un total de cuarenta faltas, por sólo diez a favor.

El entrenador de la escuadra isleña puntualizaba que "no critico al rival, lo analizo". Y es que el Loja "hace buen bien su juego, no sigo que sea malo, sino que es un estilo que no comparto".

Iriondo se digirió al entrenador visitante durante el partido. "Le dije que aquí no". Se refería a lo sucedido en la ida. "Allí se juego antes de empezar. Después de lesionó un jugador mío y la fisio me pidió una camilla, no un médico, y mucho menos un entrenador, que en el descanso entró en el vestuario cuando yo estaba dando instrucciones a mis jugadores". Preguntado por los periodistas, Iriondo señalaba que el técnico visitante no le había felicitado una vez concluida la eliminatoria.

El entrenador del San Fernando destacaba que "cuando el portero no tiene que hacer paradas es una señal de que la línea defensiva ha trabajado bien". Asimismo, resaltaba el ambientazo vivido en las gradas de Bahía Sur. "La afición ha estado como siempre, apoyando a su equipo".

Sobre el posible rival en la última eliminatoria por el ascenso a Segunda División B, Iriondo expresaba su deseo de que "ojalá nos toque un buen campo en la final". Eso sí, "no hay ninguna euforia, tenemos los pies en el suelo", el responsable del banquillo del San Fernando.