Tras la conquista del Mundial de fútbol en Brasil, la selección alemana encara un año 2015 de transición. "La meta es confirmar en 2016 un éxito como el de la Copa del Mundo", dice Joachim Löw en una entrevista con dpa. "Tenemos que reinventarnos en algunos aspectos", reconoce el técnico.

-¿Qué espera de 2015, un año sin torneo deportivo?

-Espero que sigamos evolucionando. Que por lo menos nos lo propongamos y que dediquemos tiempo y paciencia a conseguirlo. Esto seguramente demandará tiempo en algunos aspectos. Pero la meta es confirmar en 2016 un éxito como el del Mundial.

-¿Cómo lleva usted a nivel personal el hecho de que el listón sea ahora el título mundial?

-La llamada maldición del título no existe, no es una expresión que me guste. Para mí, las expectativas no han aumentado porque las conozco desde hace años. Las tuvimos en 2006 cuando fuimos anfitriones del Mundial y nos vitorearon en 2010 cuando volvimos de Sudáfrica (como terceros). Después crecieron nuevamente las expectativas. Cuando Alemania va a un torneo la presión es siempre alta. Es algo con lo que hay que lidiar.

-¿El título mundial no modificó en nada las aspiraciones?

-Nadie nos puede quitar este título mundial. Esto nos puede alegrar por un lado, pero por el otro somos todos lo suficientemente ambiciosos como para fijarnos nuevos objetivos. Los títulos del pasado no nos sirven para el presente ni para el futuro. Ahora tenemos que mirar hacia adelante y reinventarnos en algunos aspectos. Ésa es la tarea que tenemos por delante.

-¿Qué experiencias pasadas lo ayudarán en esta nueva etapa?

-El que equipo se haya convertido en Brasil en una verdadera unidad. Ése es el espíritu que necesitamos en los próximos meses y especialmente en el próximo torneo en Francia. En las siete, ocho semanas que anteceden y dura un torneo se ve la intensidad que cobra el espíritu de equipo.

-Usted anunció un plan maestro, ¿en qué queda avanzar?

-El equipo fue evolucionando de forma gradual y continua hasta 2014. Ahora estamos en el cénit, somos campeones del mundo y desde hace un año número uno en el ranking mundial. Tengo la sensación de que debemos conservar esta buena base, pero también hallar soluciones nuevas. Nuestros rivales evolucionan también y no podemos quedarnos atrás.

-¿Cómo serán las soluciones?

-Aún no tenemos un plan detallado. ¿Qué queremos conservar? Todavía tenemos que elaborar ideas. ¿A qué nivel debiera llegar el equipo en 2016? ¿Qué jugadores cumplen con nuestros requisitos? ¿Cómo queremos jugar? Tenemos que probar y quizás suframos uno que otro pequeño revés, sin perder de vista 2016.

-Recientemente ha vuelto a convocar a nuevos talentos como Karim Bellarabi, Jonas Hector o Robin Knoche. ¿Se puede hablar de una tendencia?

-La tendencia de integrar a jugadores jóvenes existe desde 2008. Vimos que los jóvenes pueden soportar muy bien las altas exigencias. La intensidad ha crecido más, pero al final lo que cuenta es la calidad, el rendimiento.

-Schweinsteiger tiene 30 años y ha vuelto al Bayern tras una larga lesión. ¿Qué espera de él?

-Bastian es un gran estratega que tiene muy buenas condiciones físicas. Puede leer un partido de forma excepcional y dar los impulsos adecuados. Es un líder.