Marcó el pasado domingo un solitario gol, en el minuto 59 de partido, que tiene un gran valor. El tanto de Navarro se tradujo en una victoria en el campo del Mairena que ha dejado al equipo sevillano casi sin opciones de entrar en fase de ascenso y que por contra, permite ver todavía al Puerto Real un estrecho rayo de esperanza.

Cuatro puntos son los que separan a los verdiblancos del objetivo pero lo peor de todos es que no les vale con conseguir dos triunfos en las dos jornadas que restan. No dependen de sí mismos sino de un posible error que cometa el cuarto clasificado, el Algeciras, que no falló la pasada jornadas y que precisamente se enfrente al Mairena en la presente. "Estábamos confiados -relata Navarro- de que el Algeciras no iba a ganar contra la Balona porque era un derbi y porque son muy fuertes en su campo, de ser así, nos hubiéramos metido de lleno, pero bueno ahora tenemos que hacer nuestra parte, ganar los dos partidos, en casa y en Jerez, y aunque dependemos de que ellos pinchen que por nosotros no quede porque además el Algeciras tiene rivales complicados". Agregando que "no podemos bajar los brazos y decir que ya esta todo perdido porque si el Algeciras pierde y nosotros no ganamos imagínate que cara de tontos se nos quedaría, vamos a ir a por todas". Tan solo tres minutos después de marcar tan importante gol, el delantero vio la segunda amarilla por lo que muy a su pesar se perderá el último duelo en el Sancho Dávila, aunque el prefiere definirlo como "no la última batalla sino la penúltima porque la buena señal sería que nos quedara otro partido o más en casa, los de play-off". Respecto a su ausencia, el futbolista, titular casi toda la campaña, apostilla que "no me gusta perderme ningún partido pero mucho menos éste porque nos jugamos toda la temporada".

Sólo le queda acudir para dar ánimo a sus compañeros como un aficionado más. Afición a la que por cierto no tiene mucho que decirle ya, "a los cien o doscientos que siempre han estado viniendo -comenta-, pedirles que sigan apoyándonos porque se lo agradecemos mucho y al resto, que si tenemos la suerte de meternos en la fase de ascenso, vengan y vean que en Puerto Real hay un equipo vivo y muy buen equipo además".

Navarro es el jugador más veterano del vestuario de la Villa y como tal habla del ambiente que se vive en esta recta final: "Los ánimos están bien, solo deseando que llegue el domingo para hacer nuestro trabajo porque el equipo está en una dinámica muy buena, de control de balón, de llegar arriba, de marcar goles y ojalá podamos alargarla un poquito más jugando por el ascenso. La gente está muy contenta y satisfecha en lo deportivo porque estamos dando la cara a pesar de las muchas dificultades pasadas en la liga". De esta vicisitudes hace un repaso Navarro destacando "el entrenar fuera de Puerto Real, los malos resultados de la primera vuelta, la plantilla justa de efectivos y los problemas económicos, que aún no se ha solucionado". Por todo ello, cree que tienen todavía más mérito ya que "a falta de dos partidos estamos aún luchando por meternos arriba y vamos a intentarlo hasta el final y sino, habremos hecho igualmente una buena temporada, no tan buena primera vuelta, pero si muy buena segunda, siendo por números de los mejores equipos de la categoría". Añadiendo que "por la segunda vuelta está claro que el Puerto Real se merecería jugar los play off pero seguramente el Algeciras también se lo merezca porque para eso han estado gran parte de la liga entre los cuatro primeros, así que sino podemos quedar cuartos, sería una lástima pero tendremos que quedar quintos, siempre lo más arriba posible".

Para finalizar, el futbolista deja claro que tanto él como sus compañeros, a pesar de no ser puertorrealeños, "hemos defendido la camiseta de un club grande sin que se nos pueda achacar nada porque el grupo humano que hay este año es increíble, yo he conocido muchos vestuarios y en pocos me he encontrado con gente tan sana y con tantas ganas de jugar al fútbol".