Un penalti absurdo en el penúltimo suspiro privó al Conil de poder sacar tajada en el siempre complejo feudo del líder Atlético Antoniano (2-1), donde los amarillos hicieron lo más difícil tras verse por detrás en el marcador pero al final tiraron por tierra todo el esfuerzo.

Los pupilos de Jesule sabían a lo que se enfrentaban después de res victorias consecutivas. El reto en Lebrija era enorme pero las esperanza del cuadro jandeño era grande para salir airoso de este desplazamiento.

Hay que hablar de cierta igualdad en el juego dentro de la habitual mordiente del Antoniano, que poco después de la media hora encontró portería por medio de un motivadísimo Ángel Martínez -protagonista del encuentro con sus dos goles-, que rompía el entramado visitante.

El Conil no se quedó atado de manos y a las puertas del descaso Kiko recogió un balón suelto que fue capaz de ajustar a la izquierda de Brian Jaén. Un tanto que fijaba las tablas camino de los vestuarios en el descanso.

A la vuelta hubo arreones de un lado y otro aunque el choque cada vez apuntaba más a un empate que hubiera sido un gran premio para el Conil. Sin embargo, un penalti evitable dio a Ángel Martínez la ocasión de cerrar una gran tarde ante uno de sus ex equipos.