Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Atletismo

Un oro entre Sevilla y Soria

  • Olmedo, único campeón español en los Europeos 'indoor', apunta al Mundial al aire libre como apuesta segura · Su título confirma que no falló al cambiar desde el 800

El metal más reluciente de los conseguidos por la selección española en los Europeos en pista cubierta brilla en Sevilla, al cuello de Manuel Olmedo, que escribió una nueva página de oro para el mediofondo nacional que se une a la larga lista iniciada por José Manuel Abascal, allá por el año 1984, con su bronce en los Juegos de Los Ángeles.

El ochocentista se hizo campeón en el 1.500, haciendo bueno el paso que dio hace dos años al cambiar de especialidad. "El que me conoce sabe que el 1.500 siempre me gustó", afirma el hispalense, que ha demostrado en el último año con sus resultados -tercero en el Europeo al aire libre y campeón de España indoor, además del oro ganado el domingo en París- que el presidente de la Federación Española, José María Odriozola, se equivocó al dejarlo fuera del último Mundial en pista cubierta en Doha: "Me gusta hablar sobre la pista. Es la mejor manera de reivindicarme y, por fortuna, los resultados me avalan", replicó.

El teléfono del único oro español en este Campeonato de Europa echa humo estos días. Muchas felicitaciones y mensajes de apoyo para un atleta que, como el buen vino, ha mejorado con el tiempo: "Los años van dando madurez y ahora he demostrado que sé correr bien tácticamente. Ésta, junto a las semifinales de Pekín, ha sido mi mejor carrera. Mi objetivo era el primer puesto. Era consciente de que no sería fácil, pero me encontraba muy fuerte y tenía mucha confianza. Controlé bien la prueba y cambié en la recta final. Ahí supe que ganaría porque tengo un buen final al sprint", asegura.

Olmedo mira ahora al futuro, al Mundial al aire libre en Corea del Sur, donde sabe que los rivales y el nivel serán otros. "Ahora mismo los atletas africanos son los rivales a batir en los 1.500 metros. Me gustaría disputarles esa medalla", dice el sevillano, que tuvo que emigrar a Soria para entrenar con Enrique Pascual, como su ídolo Reyes Estévez y otro grande del 1.500 como Fermín Cacho, empujado también por las complicadas condiciones que le ofrecía su ciudad natal: "Allí no son conscientes de que hay muchos atletas de élite que tienen ciertas necesidades. En Soria me han dado todas las facilidades, desde el alojamiento al acceso a las pistas, de las que incluso tengo las llaves. En San Pablo hace poco me echaron en mitad de la serie y en la Cartuja he entrado un par de veces porque me piden dinero para trabajar. Así es difícil fomentar un deporte tan sacrificado. Hay cosas que no me entran en la cabeza", dice el campeón de Europa, que en las últimas semanas antes de la cita parisina trabajó en Sevilla para evitar el intenso frío castellano. "Es una pena que aquí se valore tanto a unos y tan poco a otros", añade Olmedo, que ahora tiene como compañero de entrenamientos en Soria al astigitano David Palacio (tercero en el último nacional absoluto en el 800), que también ha emigrado a las órdenes de Pascual después de años a las órdenes de Francisco Gil, preparador, entre otros, de Luis Alberto Marco y Kevin López, el otro medallista (bronce) sevillano de los Europeos. "Estoy con el mejor técnico de España y en el mejor sitio de España para entrenar", recalca Olmedo.

El oro del hispalense supone, además, un poco de aire fresco después de la polémica de una Operación Galgo que ha focalizado los últimos meses toda la información sobre el atletismo. Una de las presuntas implicadas en la trama, Nuria Fernández, fue la primera en abrir el medallero español, pero el sevillano tiene claro que "los atletas tienen que dejar de echar mierda unos encima de los otros para remar todos a una". "La única manera de salir adelante es haciendo esto: sacando una medalla, con trabajo y con esfuerzo, como supongo que han sido todas las medallas que se han logrado en los Europeos", afirmó el sevillano, una promesa y realidad en el 800 que ha alcanzado la madurez en el exigente 1.500 en el que parece convertirse en una apuesta segura.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios