Está muy lejos de parecer ansioso, pero Fernando Alonso aguarda con incertidumbre el mes que resta aún para que comience el Mundial, el 27 de marzo en Australia: el "momento definitivo".

"No hay una referencia clara de dónde estamos. ¿Que estamos contentos con el coche?, sí. ¿Que es fiable?, también. ¿Rápido? En Australia lo sabremos", dijo sobre su Ferrari en un encuentro con los medios en Madrid.

El asturiano ya no luce perilla de mosquetero y tras dar una lección adelantando a periodistas en la pista de karts aseguró que a día de hoy existen incógnitas por despejar. "No hay ansiedad, pero nos gustaría saber más. Hay mucho trabajo por delante aún", apuntó el ovetense, que restó trascendencia a la cancelación del Gran Premio de Bahrein, lo que supone un aplazamiento de dos semanas en el comienzo de la temporada: "No creo que cambie mucho. Nadie sabe en realidad cómo están los otros. Este año no se filtró nada en el paddock".

Alonso también restó trascendencia al factor de los nuevos neumáticos Pirelli, que se degradan con rapidez según lo visto en los primeros tests. "Lo importante será cuidarlos al máximo", pero se prevé que pueda haber tres o cuatro paradas en boxes para cambiar gomas este año, mientras que en 2010 sólo había una. Eso multiplica la incertidumbre, el factor riesgo. Y ese escenario perjudica a los mejores coches. Entre ellos, Ferrari. "Cuantas menos incógnitas y variantes, más fácil será que estemos en el podio. A mayor riesgo, podemos salir más perjudicados", aseveró. Una parada menos puede ser decisiva, pero cree que todos sufrirán por igual. "A todos se les degradan las ruedas de forma parecida. No será clave en el campeonato, es para todos lo mismo".

Mientras llegan los últimos tests, en Barcelona del 8 al 11 de marzo, y la carrera en Australia, Alonso trata de automatizar las múltiples funciones del nuevo volante, que incorpora en 2011 los botones del KERS (sistema de recuperación de energía cinética) y del alerón trasero móvil. "Será difícil mantener la concentración en carrera durante hora y media".

Otros problemas más graves tiene su amigo Robert Kubica, que se recupera aún del accidente sufrido el 6 de febrero en un rally en Italia, lo que le va impedir disputar casi por completo la temporada 2011 y que pasa por "días de aburrimiento". "Son 16 horas en la cama sin nada que hacer, no tiene mucho ánimo. Está echando cuentas para volver lo antes posible", indicó, antes de no mostrarse partidario de la reducción de la velocidad máxima en las autopistas a 110 km/h al considerar que es difícil mantener la atención "y mantenerse despierto en el coche".

Pensando en el Mundial, Alonso cree que los equipos que más han mejorado son precisamente Lotus Renault, que sustituyó a Kubica por el alemán Nick Heidfeld, y Toro Rosso, e insistió en que ve al alemán Michael Schumacher (Mercedes GP) como uno de los serios candidatos al título.