El retorno a la competición y el reencuentro olímpico de Rafael Nadal alientan las esperanzas del tenis español en Río, pendientes también de las posibilidades de Garbiñe Muguruza, consolidada a mitad de temporada como una de las referencias del circuito femenino.

Los dos meses de inactividad a los que ha estado condenado Nadal por la lesión en la muñeca izquierda que sufrió en mayo pasado en Roland Garros elevan la incertidumbre respecto a sus posibilidades. Sin embargo, el talante competitivo y los antecedentes del balear centran las expectativas en su rendimiento.

Nadal faltó en Londres 2012, la edición que cortó la cosecha de medallas que el tenis español acumulaba desde Seúl 1988, el año en el que la raqueta volvió a formar parte del programa olímpico.

El bronce logrado entonces por Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal en dobles masculino fue el primero de los once metales que acumula España a lo largo de la historia de la competición. Desde entonces, siempre en cada edición, el medallero español contó con alguna aportación del tenis.

Nadal, el único tenista junto al estadounidense Andre Agassi que hasta ahora ha sido capaz de ganar los cuatro torneos del Grand Slam, la Copa Davis y el oro olímpico, puede ampliar su relación de récords si sube a lo alto del podio en estos Juegos de Río. Solo él, con el británico Andy Murray, vigente campeón y las hermanas norteamericanas Serena y Venus Williams, anhelan el objetivo de ser los primeros en ganar dos medallas de oro en la prueba individual.

Nadal arrancará contra el argentino Federico Delbonis. El balear intensificó su preparación en Brasil para intentar sumar minutos de pista y llegar así en las mejores condiciones posibles al torneo. Rafa ha ganado al sudamericano en los dos enfrentamientos que han disputado. En Viña del Mar y Buenos Aires. Pero ambos fueron en tierra y no en pista dura como la del Centro Olímpico de Río.

Las expectativas en el cuadro masculino se completan con la experiencia de David Ferrer y el entusiasmo de los debutantes Roberto Bautista y Albert Ramos.

Ferrer afronta en Río sus terceros Juegos. El valenciano, poseedor de 35 títulos en su carrera, llegó a cuartos en Londres. Arrancará frente el uzbeko Denis Istomin en una competición que puede rehabilitar una temporada hasta ahora plagada de dudas.

Bautista, por su parte, disfruta de su mejor curso. Ganador en Auckland y Sofía debutará ante el ruso Andrei Kuznetsov. Competirá en el dobles también junto a Ferrer.

Albert Ramos inaugura la competición. El tenista de 28 años jugará contra Kei Nishikori, candidato a medalla. Presume en el 2016 del título en Bastad.

En el cuadro femenino, Garbiñe Muguruza disfruta de sus primeros juegos con la responsabilidad que presume su situación en el ranking. Tercera jugadora del mundo y ganadora de Roland Garros es una de las bazas en las que confía el tenis español en Río. La jugadora caraqueña se enfrentará en la primera ronda contra la serbia Jelena Jankovic.

Otra serbia, Ana Ivanovic, será la adversaria de la otra española en Río, Carla Suárez. Ganadora en Doha, pretende asentarse entre las diez mejores del mundo. Acude con las experiencias vividas en Pekín, donde no pasó de la primera ronda, y de Londres, donde ganó su primer partido olímpico pero cayó después contra la tenista belga Kim Clijsters.