Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

final de la nba · la previa

La madre de todas las finales

  • Lakers y Celtics protagonizan desde la próxima madrugada el clásico por excelencia en la lucha por el anillo · Pau Gasol, defensor del título junto a Kobe Bryant, clama venganza por la derrota de 2008

Un español se cuela por tercer año consecutivo en la final de la NBA. Ya casi parece normal. Lo hace como defensor del anillo que conquistó en 2009, lo hace con el uniforme oro y púrpura de los Lakers, lo hace después de que el mismísimo Barack Obama, el presidente de los Estados Unidos, le calificase como el mejor pívot del mundo, lo hace en la madre de todas las finales, ante los Celtics, el eterno rival. Y Pau Gasol clama venganza ante sus verdugos de 2008.

Esta madrugada, a una hora más propia de bares (a las 3:00), se encienden todos los focos porque comienza el gran baile en el Staples de Los Ángeles. Suena la campana del primer asalto en el foro que acoge a famosos y plebeyos de Hollywood. Bajo el formato 2-3-2 (primero, segundo, sexto y séptimo en California, el resto de partidos en Boston) los angelinos defienden su condición de campeones y su ventaja de campo ante un enemigo que viene de dejar en la cuneta a Dwayne Wade, Lebron James y Dwight Howard.

Lakers-Celtics. La final soñada y temida entre las dos franquicias más grandes de la NBA. Para el equipo de Pau es su participación número 31 en las Finals, por las 21 de los Celtics. Sin embargo los 15 anillos de los californianos no alcanzan a los 17 de los verdes, los que más entorchados ostentan.

Decenas de batallas quedan en las retinas, cintas de vídeo y revistas recubiertas de polvo, sobre todo en los ochenteros que disfrutaron con Magic Johnson y Larry Bird retándose en la edad de oro del básket estadounidense, con permiso del Dream Team del 92. Sin olvidar por supuesto a los Jerry West, Wilt Chamberlain, Bill Russell, Robert Parish, Kevin McHale...

Pau Gasol afronta su enésima final en una alta competición desde que aquel chiquillo imberbe explotara en la Copa del Rey de Málaga en 2001 con el Barça. Ya ha llovido y el larguirucho de Sant Boi que un día soñó con hacer las Américas es el mejor baloncestista español de todos los tiempos, una leyenda que todavía no conoce su techo. El ahora fornido Gasol representa toda una institución en Los Ángeles, es un símbolo allí como lo es aquí para el deporte español. Pero ante toda esa grandeza el hambre no decrece.

Pau tiene una espinita clavada con los Celtics. Hace 28 meses el pívot desembarcó en los Lakers sediento de mayores retos. Llegó procedente de Memphis, donde lo fue todo, en febrero de 2008 y en junio disputó su primera pugna por el anillo. Fue una misión imposible ante el esplendoroso Big Three de Boston con Garnett-Pierce-Allen a un nivel estratosférico. Los del trébol macharon sin piedad por 4-2.

Ahora el cazador puede ser cazado. Pocos se atreven a dar un pronóstico cerrado. Los vigentes campeones han ido de menos a más en su travesía por el salvaje Oeste. Kobe Bryant y Pau Gasol son uña y carne en pos de labrar una nueva dinastía. Los dos han sacado su mejor versión cuando los Thunder se pusieron gallitos, cuando hubo que maniatar a los Jazz y cuando tocó silenciar a los Suns. Phil Jackson llega con mejor y mayor arsenal que en 2008: están Andrew Bynum (algo tocado pero intimida) y Ron Artest muy enchufado, si bien Vujacic ha pasado a ser una pieza testimonial. El viejo Fisher mantiene los galones de base y Odom se erige en el pegamento del equipo, en un sustento esencial. El juego de Pau ha crecido una barbaridad, su movimiento de pies, su presencia física, su jerarquía. El catalán acepta encantado ser segundo espada de Bryant, quien busca su quinto anillo y con quien ya comparan inevitablemente con Michael Jordan. Es el mejor jugador del momento y su figura comienza a equipararse a la del más grande. Baste decir que Kobe lleva en los últimos once partidos de play-offs 30 puntos o más por noche.

Los Celtics oponen la mejor defensa del campeonato con el sargento Doc Rivers al frente y su mano derecha Tom Thibodeau. Pocos daban algo en firme por los devaluados verdes, superados en la temporada regular por las emergentes estrellas de la Liga, los Lebron, Wade, Superman Howard... pero cuando llega la hora de la verdad la veteranía es un grado y la implicación decide. "Las individualidades ganan partidos, los equipos títulos", se puede leer en el Garden. La espalda de Kevin Garnett resiste a los achaques como puede pero que nadie dude que Gasol tendrá un digno contendiente en la pintura. Ray Allen guarda su jugo para momentos delicados (lo demostró en Orlando) y Paul Pierce se crece en este ambiente. Pero Boston no se resume en el tridente que dio a luz en 2008. El joven Rajon Rondo es la dinamita de este equipo. El pulmón que insufla oxígeno fresco, el base del presente y del futuro. Otro viejo rockero, Rasheed Wallace (campeón con los Pistons), se une a la fiesta por primera vez.

Costa oeste, costa este. Dos bandos, dos culturas, la palmeray el trébol frente a frente de nuevo de esta madrugada.

15 y 17

4-2

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios