Sergio Romero Moreno (Alcalá de los Gazules, 6-5-2006) se ha convertido a sus 16 años en el único andaluz en la selección española de fútbol sala sub’17 tras ser convocado por el seleccionador Albert Canilla para entrenamientos y dos partidos amistosos contra Portugal que tendrán lugar en Las Rozas (Madrid) desde este domingo hasta el próximo jueves.

El joven jugador, que milita en el Alchoyano de su localidad natal, con el que compite tanto con el primer equipo en Tercera División como con el juvenil, lleva tres años apuntando a la élite, trabajando con los mayores, y desde la pasada campaña disputando encuentros oficiales de la categoría senior pese a tener aún edad cadete.

Además, su desparpajo en la pista, sus cualidades, su habilidad para el desborde como ala zurdo, aunque actuando por la derecha, a pierna cambiada, le permitieron el anterior curso mostrar sus virtudes en el Toyota de Jerez. Ahora, tras dar un importantísimo paso en su todavía incipiente carrera deportiva, habla también con madurez y serenidad impropias de la adolescencia.

El joven jugador del Alchoyano, con el trofeo como mejor andaluz sub'17 del pasado año.

"Estoy un poco sorprendido aunque también es cierto que de algún modo lo podía esperar porque el año pasado ya me nombraron mejor andaluz de la categoría cadete", explica, confesando que "no quiero pecar de un exceso de confianza pero reconozco que tampoco ha sido algo inesperado".

Consciente del alto nivel del fútbol sala en la provincia, que desde hace mucho aporta buenos peloteros a la máxima categoría del fútbol sala nacional y también a la selección absoluta, advierte que no le gusta "opinar de mí como jugador", admite que le gustaría "llegar a ser profesional porque llevo jugando desde los cuatro años" y señala a su padre como responsable de su pasión por el fútbol sala. "El ha jugado siempre y eso ha influido, porque de hecho me apuntó de niño en la academia del Alchoyano", precisa.

Sergio se siente cómodo en una cancha de 40x20, pero precisamente el pasado año decidió probar suerte en el hermano mayor, el fútbol. "Estuve con el Benalup, pero pronto vi que eso no es lo mío", zanja.

"Me gustaría llegar a ser profesional en el fútbol sala, pero tengo claro que lo primero son los estudios"

Centrado de nuevo en lo que le gusta, de lo que sabe y se le da a las mil mavarillas, anhela "dejar esta temporada al Alchoyano lo más alto posible y poder dar el salto a otro club". Prefiere no hablar del futuro deportivo, si bien con la boca pequeña lo contempla e incluso apunta los tres clubes con los que sueña jugar algún día: "Inter Movistar, Barcelona y ElPozo Murcia".

Eso sí, lo primero es lo primero y en ese sentido tiene muy claro su horizonte, que pasa por priorizar los estudios: "Estoy en 1º de Bachillerato y cuando termine la etapa del instituto tengo previsto opositar para la Policía Nacional o la Guardia Civil". Lo dicho, bueno en el fútbol sala y con la cabeza bien amueblada.