Hacer historia en el fútbol es complicado. Si en las categorías más altas pocos lo consiguen, en el fútbol base es casi imposible. Y no siempre es para bien, pues el caso que ocupa la palestra deportiva es precisamente la cruz de la moneda. Y ha ocurrido en Cádiz. Javier Bernal Lagarda Capi, ex jugador de La Salle de Puerto Real, ostenta un dudoso récord desde la resolución de ayer por parte de la Federación Andaluza. El máximo organismo regional ha sancionado con la friolera de 51 partidos al centrocampista de La Villa. Nunca antes, en ninguna división profesional ni amateur, había tenido lugar un castigo de tal envergadura.

Hay que remontarse a los hechos ocurridos en la jornada 25, la que abría el mes de marzo. Se disputaba el encuentro entre los franjiazules y el Sanluqueño B cuando, en el minuto 93 y estando ya expulsado, Capi propinó un cabezazo al colegiado Báez Macías, que tuvo que suspender el partido por el golpe sufrido en la nariz. De manera inmediata el club lasaliano dio la baja administrativa al jugador. La medida cautelar que adoptó la Andaluza fue sancionar al interior puertorrealeño hasta el cierre del expediente.

El pasado miércoles el Comité de Competición se reunió tras haber expirado el plazo concedido para que el árbitro presentara la denuncia y los partes de la aseguradora, tras lo que acordó suspender al futbolista con 51 partidos, según el artículo 35.1 del Código de Justicia Deportiva de la FAF. La escandalosa cifra deviene del tiempo que ha tenido que estar de baja Báez Macías tras la agresión sufrida, que supuso un total de 17 días. Del mismo modo, en virtud del artículo 75.4, castigó a La Salle con un punto menos en la clasificación general, al alcanzar la sanción impuesta al jugador más de 16 encuentros.

Respecto al resultado, la FAF da el partido por finalizado con el resultado que reflejaba el marcador en el momento de la suspensión, que era de empate a uno.

Este medio se puso en contacto nada más publicarse la resolución con el entrenador de La Salle, Pedro García Pery, el cual confirmó que el protagonista no quería hablar "con la prensa ni con nadie más sobre este tema. El chaval está super arrepentido de ese episodio, del que se lamenta profundamente". Pery añadió además que Capi "habló con Báez Macías por privado y se interesó por su estado de salud", lo que no significa que el técnico lo defienda, pues "nadie puede obviar que la acción fue terrorífica", pero considera que la Federación "ya le ha sancionado como es debido". Al jugador aún le queda pendiente la causa judicial derivada de la denuncia del árbitro ante la Policía y la multa económica que pueda acarrearle.

Han sido muchos los afectados por este lamentable suceso en el seno lasaliano, pero hay que recordar que "nuestra postura desde el principio fue interesarnos por la salud tanto física como anímica del colegiado. Nos solidarizamos con él porque esta institución inculca a nuestros jugadores desde la cuna otros valores muy distintos". Por desgracia les tocó lidiar con un incidente que esperemos no vuelva a ocurrir nunca más en el mundo del fútbol.