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Se cumple la amenaza

  • Un gol del ruso Berezutski frustra el debut de una Inglaterra pujante

Vasili Berezutski, el defensa central y capitán de Rusia que en la previa había dicho que esperaba que tras el partido los ingleses supiesen alguno de los nombres rusos, ya tiene su recompensa. Un gol suyo, en el último minuto, el 93 concretamente, dejó a Inglaterra sin la victoria que mereció, por juego, pujanza y mejores ocasiones ante la portería contraria, en un encuentro que tuvo distintas fases repartidas entre dos equipos con formas muy diferentes de concebir el fútbol.

Hasta esa acción, un centro cruzado al área que no supo defender la zaga inglesa, ni entender el meta Joe Hart, y que, por si acaso, remachó a las mallas Glushakov dentro de la portería, los ingleses dominaron un encuentro en el que pudieron lograr una victoria holgada, pero en el que también pecaron de inexperiencia, al darlo por cerrado antes de tiempo.

Ante un rival que se preveía defensivo, lastrado por las numerosas bajas que ha padecido justo antes del torneo, Hodgson apostó fuerte al ataque. Alineó a Rooney, Lallana, Delle Alli, Sterling y Keane y los distribuyó por el campo enemigo. Con Rooney no sólo reconvertido en centrocampista, sino al mando de la dirección del juego, Sterling y Lallana bien abiertos y Delle Alli con libertad, Inglaterra zarandeó a Rusia en una primera media hora en la que disparó en ocho ocasiones a meta, pero sin acierto.

Ese se supone que lo pone Harry Keane, el goleador inglés, pero el delantero del Tottenham fue el único que no entró en la dinámica de su equipo, a menudo desconectado.

Al conjunto ruso, mientras, le valió durante todo el primer tiempo con su esfuerzo colectivo. No creó más peligro que un remate de cabeza de su central Ignashevich, tras un golpe franco, y sobrevivió, en parte, por la buena actuación del veterano meta Akinfeev, bien colocado ante los sucesivos remates de Lallana, Walker o Rooney.

En el segundo tiempo, el equipo de Leonid Slutski adelantó algo más sus líneas y comenzó a llegar al área rival, pese a que su remate más peligroso fue un rechace de cabeza contra su propia meta de Eric Dier (59').

Tuvo, sin embargo, más el balón Kokorin, entró más en juego Dzyuba y, como se fue diluyendo el centro del campo inglés, perdiendo presencia Alli, a Rusia pareció irle bien con el plan de su técnico.

Pero esta selección inglesa cuenta con argumentos para desarmar al rival en cualquier momento. Lo pudo hacer con un disparo de Rooney que rechazó hacia el larguero milagrosamente Akinfeev (69') y, finalmente, lo logró cuatro minutos después con un precioso golpe franco ejecutado por Dier, perfecto de potencia, que cogió algo descolocado a Akinfeev.

Con el gol, recuperó la alegría el juego inglés. Hodgson dio minutos a Wilshere, falto de ritmo tras la lesión, y le dio descanso a Rooney.

Rusia, sin recursos para variar su plan, no volvió a crear peligro hasta esa última acción. Gracias a ese precioso cabezazo, pleno de potencia y colocación, con el rival dormido, Berezutski tuvo la venganza deseada: los ingleses recordarán su complicado apellido...

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