Fútbol l Tercera División

Cuando la crisis manda

  • Fornell resuelve en el tiempo de prolongación un pésimo Cádiz B-Los Palacios en el que pasan factura los problemas económicos que afectan a los dos conjuntos

Cádiz B y Los Palacios demostraron ayer que no tenían la cabeza para jugar al fútbol. La deuda que arrastra el club gaditano y el sevillano con sus jugadores estuvo muy presente. De hecho los primeros 15 segundos de partido ofrecieron el siguiente panorama: los jugadores de Los Palacios permanecían de rodillas y los del filial -que estuvieron pensando en el vestuario hacer algo similar- tocando el balón entre ellos.

El filial amarillo apareció con los menos habituales, y con la motivación y la moral muy 'tocada'. Enfrente, un Los Palacios al borde de todo lo peor y con jugadores con poco fondo físico y sobrados de kilos. Con estos ingredientes y con una mañana bajo un sol excepcional, a los aficionados presentes en El Rosal se les debió premiar con algo más que asistir a un choque pésimo.

A los jóvenes jugadores cadistas sólo les quedaba dar la cara en el campo como buenamente podían y, posteriormente, llamar por enésima vez a la tesorería del club para preguntar por las nóminas pendientes.

El equipo que entrena Chico Linares llevó el peso del juego a pesar de que a éste le puso un ritmo cansino. No mostró claridad para acercarse al portero Nacho -el mejor jugador sevillano-, ya que las llegadas en el primer periodo fueron en lanzamientos de media y larga distancia.

La escasa resistencia física del equipo rojillo fue un lastre hasta el extremo de que apenas tenía fuerzas para montar un ataque. La zaga palaciega no dudó en dar pelotazos para que alguno cayera como un pase de gol. Es lo que sucedió en el minuto 69, cuando Juánfer se vio obligado a sacar unas manos milagrosas ante el remate del sevillano Juanito.

El segundo tiempo se tiñó de amarillo. Sin jugar bien, los de Linares estuvieron el 90 por ciento del tiempo en el campo de los visitantes, pudiendo marcar Gallardo en una acción personal en la que le falló el lanzamiento. Cuando el duelo expiraba justo después de montarse un pique sobre el campo al expulsar el colegiado a Romero por 'cazar' por detrás a Javi Catalán, una acción simplemente absurda acabó con un balón suelto que Dani Fornell mandó a la red. Era lo mejor de un partido feo que aportó una victoria justa que debe ser otro argumento de peso para que los cadistas reciban lo que les corresponde.

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