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El avión que despegó en México

  • Nadal sólo perdió dos partidos desde que ganó en Acapulco en marzo

Rafael Nadal está en uno de los momentos más dulces de su carrera. Está feliz, disfruta en la pista, incluso en la dura, y maltrata a sus rivales a velocidad de crucero desde que despegara en el torneo de Acapulco hace siete meses.

El balear regresó en Chile a las canchas, en febrero, después de una lesión que lo mantuvo apartado del tenis desde junio de 2012. Perdió la final de Viña del Mar y ganó en Sao Paulo en sus primeros contactos con la arcilla, pero no fue hasta México cuando encontró las sensaciones. "Acapulco es el primer torneo que jugué bien realmente", dijo el tenista tras alcanzar cómodamente los octavos de final del US Open: "Allí alcancé un nivel que pensé que no podía llegar a tener en los primeros meses de competición. Me sentí bien y es una de las mejores finales que jugué en mi carrera por el nivel del rival que tenía enfrente", añadió el número dos del ranking mundial.

El mallorquín ganó en aquella final a David Ferrer por un aplastante 6-0 y 6-2 y cerró un torneo en el que apenas cedió un break, en la primera ronda. Desde Acapulco, sólo ha perdido dos partidos (la final de Montecarlo ante Novak Djokovic y en la primera ronda de Wimbledon con el belga Steve Darcis), y ganó siete títulos más.

El nuevo Nadal busca hoy los cuartos de final del US Open ante el alemán Philipp Kohlschreiber. Cuando llegó a México pocos podían imaginar que fuese a llegar al cuarto Grand Slam entre los favoritos. Y más que entre los favoritos, el español aterrizó a Nueva York como el rival a batir.

Ganador de nueve torneos en lo que va de temporada sumó en la tercera ronda del torneo neoyorquino su decimoctavo triunfo consecutivo sobre cemento, su mejor racha de la historia, al derrotar por 6-4, 6-3 y 6-3 al croata Ivan Dodig, en el que fue su tercer partido sin perder un set ni sin ceder un break. El Nadal que llegó a la Gran Manzana en busca de su decimotercer Grand Slam y del número uno del mundo, ahora en manos de Djokovic, es más agresivo y resolutivo que nunca.

Nadal recuperará el número uno del mundo si gana el torneo y Djokovic no llega a la final o si alcanza el partido definitivo y el serbio no supera su compromiso de tercera ronda. Después de conquistar Montreal y Cincinnati, el US Open es la última parada de Nadal en su gira norteamericana. Llegó a comienzos de agosto a Canadá y apenas un mes después puede marcharse de Estados Unidos con tres títulos, un gran botín económico y el número uno del mundo, última parada de un viaje que despegó en Acapulco.

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