Ser hijo de Pepe Mejías debe ser un orgullo pero también una pesada losa para quien se propuso tener la misma profesión que su padre pese a no atesorar la inmensa calidad de quien está considerado por la gran mayoría como el mejor futbolista nacido en la capital gaditana a lo largo de la historia y uno de los componentes del top-5 cuando se trata de seleccionar a los jugadores más brillantes que han llegado a vestir la camiseta amarilla del Cádiz CF. Pero no crean que Fran Mejías es un tuercebotas, ni mucho menos. Forjado en la cantera del Cádiz, quizá muchos se preocuparon más en compararle con su admirado progenitor que en evaluar con justicia su auténtica valía a la hora de decidir si tenía condiciones para dar el salto a la primera plantilla. No pudo ser y desde la pasada campaña milita en el Conil, equipo en el que se ha convertido en todo un peso pesado, una especie de joven veterano de 25 años de edad con mando en plaza.

Fran Mejías, también centrocampista aunque no de carácter tan ofensivo como quien provocara con asiduidad el éxtasis en las gradas del Ramón de Carranza durante la década de los 80 del siglo pasado, explica del siguiente modo las causas de la situación clasificatoria de un Conil que tras siete jornadas marcha penúltimo en el grupo X: "El inicio de calendario ha sido muy complicado. Prácticamente hemos jugado casi siempre contra rivales de la zona alta de la tabla. Tras el cambio de entrenador y el mal rollo que hubo, parece que el equipo ya se ha rehecho y va cogiendo los conceptos y las ideas del nuevo técnico. Valga como ejemplo el partido del pasado domingo en campo del filial del Recreativo, que fue muy serio. En la primera parte se taparon muy bien las líneas a un rival fuerte y después del descanso dispusimos de ocasiones muy claras para ganar, pero lo impidieron los palos".

El relevo en el banquillo, con la llegada de Jesús Casas para suplir a Kiko Prieto, ha propiciado cambios, según el mediocampista: "De un mes para acá, el equipo ha variado totalmente. A Casas le gusta más que el equipo tenga la pelota. El esquema de ahora sobre el campo es diferente y es lógico que hubiese un periodo de adaptación. En cuanto a la preparación física, Miguel Chamorro pertenece a la nueva escuela, lo cual se nota en que casi todos los ejercicios son con balón, algo que suelen agradecer los futbolistas".

El choque del próximo fin de semana, en casa contra un Cádiz B cuya camiseta defendió no hace muchas campañas, lo considera "fundamental. Aunque estemos los penúltimos, eso no es tan importante a estas alturas cuando ganando el próximo encuentro podemos escalar hasta casi la mitad de la clasificación. Si lo conseguimos, servirá también para que los más jóvenes de la plantilla no empiecen a ponerse nerviosos y estén más a gusto".

Seguir en Tercera no quiere decir que Fran Mejías haya descartado ya dar pasos hacia arriba en su carrera: "Con 25 años, me quedan ilusión y ganas de alcanzar metas más altas, pero tengo claro que me encuentro muy a gusto en Tercera con el Conil, equipo que cuenta con una directiva y una afición volcados. Eso no quiere decir que no piense en categorías superiores, pero por desgracia creo que ya no será posible jugar algún día en el Cádiz".