Tres refugiados fueron agredidos en la madrugada del viernes al sábado en Budapest por una treintena de hinchas radicales húngaros, tras un partido entre las selecciones de fútbol de Hungría y Rumanía, y dos de ellos fueron hospitalizados, según informó ayer el portal Index.

La agresión se produjo en la plaza Juan Pablo II, donde dormían los refugiados y que se encuentra cerca de la estación de trenes Keleti, bloqueada el momento de los hechos por la policía para evitar conflictos.

Al término del partido, que finalizó con empate sin goles, muchos de los ultras intentaron provocar a los centenares de refugiados que acampan en la estación Keleti, pero, al no poder pasar por el bloqueo policial, se dirigieron hacia las plazas cercanas, donde dormían varios refugiados.

Ya durante el encuentro, se registraron enfrentamientos en las afueras del estadio Groupama entre unos 1.200 hinchas húngaros y la Policía que se saldaron con 38 heridos, entre ellos 23 agentes. La Policía detuvo a 51 individuos acusados de vandalismo y actos de violencia contra personas.

La situación de los refugiados de Budapest ha despertado la conciencia del deporte. De hecho, algunos futbolistas ya se han pronunciado al respecto. Leo Messi, por ejemplo, denunció la situación que viven estas personas a través de su página en una conocida red social. El atacante argentino publicó una fotografía de unos refugiados que huyen de la guerra buscando la frontera con Alemania y lo acompañó con un mensaje: "Este tipo de cosas deberían ser inconcebibles en pleno siglo XXI".

Pero el astro azulgrana no ha sido el único que ha mostrado su preocupación por la situación que se vive en Budapest. Por su parte, el Real Madrid informó ayer de que donará un millón de euros en apoyo a los refugiados que sean acogidos por España. "Fiel a su compromiso con la solidaridad, el club tomó esta decisión con el objetivo de apoyar a los hombres, mujeres y niños que se han visto obligados a abandonar sus hogares para huir de la guerra y de la muerte", señaló el comunicado del club blanco.

De acuerdo con la información, Florentino Pérez, máximo ejecutivo del Real Madrid, y Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, mantuvieron el viernes una conversación telefónica para estudiar esta aportación y otras posibles nuevas medidas de solidaridad con los refugiados.

La iniciativa del Real Madrid se suma a otras impulsadas por otros equipos, como el Eibar, que también anunció que donaría a la causa cinco euros por cada entrada que se vendiera para el encuentro que los armeros disputen frente al Atlético de Madrid.

También por Europa algunos clubes se han movilizado. Por ejemplo, el presidente del Oporto pidió que parte de la recaudación de las taquillas de la Liga de Campeones se destinara a ayudar a los sirios que huyen de la guerra, mientras que el Dortmund invitó a 220 refugiados a ver su partido de la Bundesliga y la Premier League estudia declarar el 12 de septiembre como Día del Refugiado. Además, el Bayern informó que donará un millón de euros y financiará un campamento para refugiados.