Cuando visitas a un rival herido hay dos posibilidades claras. La primera de ellas, aprovecharte de la incertidumbre que marca el devenir de un equipo que las horas más bajas de la temporada, y como el dicho anuncia, pescar en río revuelto. La segunda de ellas es que el equipo herido, desorientado, lastimado, saque de él todo lo mejor para revertir la situación y, por ello, tú pagues los platos rotos de muchas jornadas en el ostracismo.

Pues con esa tesitura el San Fernando visita Córdoba. Los isleños son conscientes de que se miden a un equipo que está pasándolo mal, que tiene innumerables problemas deportivos a los que, lógicamente, se unen los extradeportivos que bien podrían ser la desunión que existe en estos momentos entre la afición cordobesista y el equipo verdiblanco. Esa es la parte positiva y donde se aferran los de La Isla.

La parte negativa es que el equipo de una de las entidades más importantes del grupo I de la Primera RFEF tiene que reaccionar sí o sí a los malos resultados cosechados y ve en la visita de los de Pablo Alfaro una tabla de salvación.

Curiosamente, el técnico maño vuelve a la que en pasadas temporadas fue su casa. La actitud de Pablo Alfaro dista mucho de tener en su mente revancha alguna, y el técnico se centra sólo y exclusivamente en la importancia vital que tendrán los tres puntos en litigio, no en vano una victoria del cuadro azulino aseguraría casi definitivamente la permanencia un año más en una categoría que, por temporada que pasa, parece más atractiva.

El partido ante el equipo de Córdoba es un mundo opuesto al que fue, allá por primeros de enero, el encuentro que se disputó en el Iberoamericano. Por aquellos entonces, el cuadro cordobés era uno de los equipos enrolados en los puestos altos de la tabla. Cabe recordar que fue líder del grupo muchas jornadas y nadie presumía, mucho más tras la victoria por un tanto a tres, en el debut de Alfaro en el banquillo azulino, que se llegaría a estas alturas de competición sin opciones de poder disputar la fase de ascenso a Segunda A y mirando, con mimo, la posibilidad de jugar la Copa del Rey la próxima temporada.

Sin embargo, los isleños, que en el partido jugado en Bahía Sur solamente contaban con 17 puntos, tienen la friolera de 43 a falta de tres jornadas para la conclusión, y no sería descabellado pensar que con una victoria más y los 46 puntos amarrados se pudiera celebrar una salvación que ha sido dura, costosa y deseada.

En el apartado deportivo, los de La Isla no podrán contar con el cancerbero suplente, Fassi, que fue expulsado estando en el banquillo en el último partido jugado en casa ante el Rayo Majadahonda, y se han quedado en La Isla tanto José Carlos como Bicho por problemas musculares. Sin bien el segundo no ha entrado mucho en los planes de Alfaro, el primero ha sido fijo en el centro de la zaga siempre que ha estado disponible. Su lugar en el campo lo ocupará Sergio Ayala, otro jugador que ofrece unas grandes garantías cada vez que tiene la oportunidad de jugar de inicio. Por lo demás, todo hace pensar que el técnico, otrora central del Sevilla, pondrá en liza en el Nuevo Arcángel el equipo de gala. El técnico azulino recupera para el choque a David Ramos tras haber cumplido su partido de sanción.

Por su parte el equipo cordobés tiene hasta seis bajas, todos por problemas musculares, toda vez que Felipe Ramos, Carlos Puga, Ekaitz Jiménez, Gudelj, Javi Flores y Canario son baja por diferentes lesiones, aunque en el haber de los de Manuel Mosquera cabe señalar que recupera para el partido a José Ruiz tras cumplir sanción. Destacar la presencia de dos exazulinos en las filas cordobesas, concretamente Caballero y Calderón, que estarán en el once titular.

Los isleños no estarán solos en el coqueto estadio cordobés ya que se ha confirmado que un autobús repleto de aficionados partirá en la mañana de este domingo con rumbo a Córdoba para apoyar al equipo azulino. Además habrá muchos desplazamientos personales que también estén en el Nuevo Arcángel para poder, entre otras cosas, celebrar la permanencia un año más en Primera RFEF.