Los bases españoles Ricky Rubio (2 puntos, 3 asistencias y 4 rebotes) y José Manuel Calderón (6 puntos, 4 asistencias, 4 rebotes y 1 tapón) apenas han cobrado protagonismo en las derrotas de Minnesota Timberwolves ante San Antonio Spurs (91-116) y de New York Knicks frente a Denver Nuggets (110-94). Los Spurs, dirigidos por el ex entrenador del Real Madrid Ettore Messina debido a la baja puntual de Gregg Popovich, demostraron por qué son el segundo mejor equipo de la NBA, con tan solo dos victorias menos que Golden State Warriors, y conquistaron sin problemas el Target Center.

LaMarcus Aldridge (29 puntos) hizo daño dentro y fuera, convirtiéndose en el máximo anotador de un equipo cuya profundidad de plantilla le permitió no acusar las bajas de Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginobili. Con el liderazgo del ala-pívot, los tejanos dejaron el partido sentenciado al final del tercer cuarto (68-93). Por su parte, los Timberwolves encajaron su segunda derrota consecutiva con uno de los partidos más discretos de la temporada de Ricky Rubio, que jugó 21 minutos en los que solo anotó un tiro de campo en cinco intentos. Andrew Wiggins (23) fue el mejor de los lobos.

También fue clara la derrota de los Knicks en el Pepsi Center, donde Kenneth Faried (24 puntos, 10 rebotes) arrolló con su exuberancia física al 'rookie' Kristaps Porzingis, que se quedó en 6 tantos. Los 30 puntos de Carmelo Anthony, que volvía a su antigua casa, no impidieron que se alargara la 'maldición' del equipo neoyorquino en Denver, donde no gana desde noviembre de 2006. Por su parte, Calderón disputó casi 26 minutos y sumó un 3/5 en tiros de campo para unos Knicks (26-39) que ven cada día más imposible la opción de disputar los play-offs.

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