Primera Andaluza

Román trae dinamita al Chiclana

  • El ex cadista, recuperado de sus lesiones: "Ayudaré al equipo a subir".

Román posa en su Chiclana natal, donde jugará esta temporada.

Román posa en su Chiclana natal, donde jugará esta temporada. / Sonia Ramos

El fútbol provincial está de enhorabuena. Manuel Román, delantero chiclanero que disputó cuatro partidos de Liga y uno de Copa del Rey con el primer equipo del Cádiz, vuelve a los terrenos de juego en las filas del Chiclana. Su ficha está cursándose en la Federación Andaluza todavía, pero el ariete espera "poder jugar el próximo domingo". Su recorrido en el mundo del fútbol atestigua la gran calidad de Román, que es dinamita pura cuando está en el área. Afortunadamente ha podido dedicarse a su gran pasión de manera profesional, pero tiene tantas ganas de volver a la competición "que estoy muy feliz con que el conjunto blanco me haya abierto las puertas". Tras mucho tiempo en el dique seco, Manuel Román ha vuelto para quedarse.

El joven ha vivido las mieles y las hieles de este deporte, lo que ha forjado su personalidad con gran madurez, a pesar de tener solo 23 años. La trayectoria del ariete ha sido brillante pero también muy dura, pues sus graves lesiones de menisco y peroné le han tenido apartado del juego durante varias temporadas. Ha viajado por gran parte de la geografía española y gibraltareña, y parecía que su carrera en el deporte había acabado, pues las cosas se habían complicado hasta tal punto que le hicieron retirarse de su sueño.

Canterano del filial amarillo desde los 14 años, fue convocado hace tres para disputar varios partidos en Segunda B y una eliminatoria de Copa del Rey, en los que cuajó un gran trabajo y dejó huella. En su último año de contrato con el B, filiales importantes se interesaron por Román, "pero yo sentía y siento mucho amor por el Cádiz, soy cadista desde siempre, y por eso quería quedarme aquí", por lo que le planteó al club entrenar con el primer equipo, "como hacían otros compañeros", aunque jugara con el segundo. "Yo no pedí ningún tipo de cantidad económica sino trabajar con ellos, pero no quisieron", recuerda.

Fue entonces cuando el delantero tomó la decisión de aceptar una de las ofertas que tenía sobre la mesa y cuatro días antes de firmar se rompió el menisco en un choque con un compañero durante el entrenamiento.

Evidentemente, sus planes se vinieron abajo. "El problema estuvo en que el club amarillo no quiso hacerse cargo de la operación y eso retrasó el proceso. Seis meses después entré en quirófano, más otros dos de recuperación", cuenta Román. El Conil le dio la opción de recuperarse allí y "me dio tiempo a jugar cinco partidos en el tramo final de liga, en los que marqué cinco goles". El Gibraltar United jugó ese verano un amistoso en el que el chiclanero volvió a marcar dos goles "y el entrenador se vino directamente hacia mí para decirme que me quería en su equipo". Las condiciones eran irrechazables, por lo que se fue al United.

Pero la mala suerte le tenía guardada otra lesión. Román llegó a disputar 10 partidos, en los que anotó cinco dianas, pero todo se vino abajo cuando se partió el peroné durante un partido "al apoyar mal al chutar". No le renovaron y se marchó a Canarias tras los seis meses de recuperación, pero las condiciones al llegar allí no eran las que le habían prometido. "No me llegaba ni para mantenerme". afirma. Regresó a la Península para jugar en el Atlético Algabeño, pero de nuevo le suponía coste económico.

Y se cansó. Manuel Román decidió que "no quería seguir dando vueltas ni mareando la perdiz porque sabía que no acabaría bien. Todo el mundo conocía las lesiones que había tenido y eso era un hándicap contra el que no podía luchar". El delantero entristece al hablar porque el mundo que había conocido y al que se quería dedicar ahora le daba la espalda.

El refrán dice que siempre que una puerta se cierra se abre una ventana. Varios jugadores del Chiclana son amigos de Román y le animaron a que se recuperara en el conjunto blanco, al que también le vendría bien un ariete con tanto gol. "Les agradezco que me hayan empujado a venir porque todos creemos que es algo que me va a venir bien, así que este año ayudaré al equipo a subir", declara convencido.

Manuel Román tiene 23 años y un largo recorrido como punta. Solo ha cubierto un tercio de su vida deportiva y ahora vuelve a retomar lo que llegó a pensar que sería imposible: volver a competir con ilusión y ganas. "Estoy convencido de que volveré a disfrutar de esta bendita fiebre", cierra.

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