Resurrección culé con una exhibición a costa del colista
Fútbol l Liga BBVA
El equipo de Guardiola ofrece su mejor versión y arregla sus problemas con el gol
El Barcelona festejó en la noche de ayer su resurrección futbolística, al golear (1-6), en su visita a Gijón, al Real Sporting, que, sin puntos, cierra la clasificación de Primera División, categoría a la que se reincorporaron los asturianos diez años después de haberla perdido.
Después de su derrota en Soria ante el Numancia (1-0) y el empate en casa ante el Racing de Santander (1-1), el Barça llegaba a Gijón con la obligación de lograr su primer triunfo liguero, que otorgara tranquilidad a un equipo que al fin, comenzó a vislumbrar la enorme calidad que tiene.
Pep Guardiola decidió seguir dejando fuera del equipo inicial a Bojan -que participó del festival culé en la segunda mitad- y en el mismo figuró el joven Sergio Busquets, que completó un gran partido.
Manolo Preciado sacó tres novedades con respecto al equipo que perdió (4-3) en Sevilla un partido que dominaba por 0-2 a los veinte minutos. Del centro del campo se cayó de inicio Míchel, cuyo puesto ocupó Andreu. En el centro de la defensa prescindió de Colin, en favor de Gerard, que estuvo bien hasta que fue expulsado por una dura entrada al argentino Lionel Messi; y por la izquierda de la misma dejó fuera a Canella, en benefició de Raúl Cámara, al que le tocó la peor pareja de baile posible: Samuel Eto'o.
Fue precisamente el camerunés el que prácticamente dejaba resuelto el encuentro apenas pasada la primera media hora, al rematar de cabeza, sobre la línea de gol, otro testarazo de Puyol a la salida de un córner.
Con este tanto, los blaugrana confirmaban una superioridad abrumadora que quedó patente desde el comienzo.
Messi y Andrés Iniesta ya habían advertido seriamente, en el minuto 20 y en el 22, cuatro minutos antes del primer tanto, que materializó de cabeza Xavi -el mejor jugador de la pasada Eurocopa-, tras centro del internacional albaceteño.
En la segunda parte, Míchel entró en lugar de Matabuena en el Sporting, que respondió, en el quinto minuto, por mediación de Maldonado, el 0-3 que, poco antes, tras un córner, había encajado, en propia puerta, por obra de Jorge.
El Barcelona celebró su resurrección balompédica con exhibición. Porque el cuarto gol, de Iniesta, tras culminar una magistral cesión de Messi, fue para enmarcar. Y el astro argentino añadió otros dos goles más, para recuperar la condición de candidatos al título.
Resultado con el que no decayó la moral de la impecable afición local, que apoya sin fisuras a un equipo cuyos dos próximos partidos serán ante el Real Madrid y el Villarreal.
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