Motor l Rally Dakar

Al Qaeda golpea a África y al deporte

  • La amenaza terrorista en Mauritania obliga a la organización a suspender la prueba por primera vez en 30 años de vida

El mítico Rally Dakar se suspendió ayer, por primera vez en sus 30 años de historia, un día antes del inicio, víctima de la amenaza terrorista que Al Qaeda ha lanzado a la carrera a su paso por Mauritania, escenario de la mitad de la edición de este año, que quedó abortada antes de nacer.

Ni dunas ni tormentas de arena habían podido detener en las 29 ediciones anteriores a una caravana de 5.500 personas que se había acostumbrado a dejar cada mes de enero su estela por el desierto del Sahara. Pero la amenaza de Al Qaeda ha sido un obstáculo insalvable que amilanó al Gobierno francés, temeroso de correr ningún riesgo y que presionó al más alto nivel para evitar que el Dakar tomara la salida.

Huérfanos del paraguas francés, patria de la organización, y sin ningún argumento que les permitiera salvar el recorrido, los responsables pusieron fin a la función antes de alzar el telón y dejaron muda y llorosa a la siempre festiva tribu dakariana.

Lo que en años anteriores era una amenaza militar clásica que las autoridades mauritanas habían aprendido a controlar a base de un importante despliegue humano, se tornó ahora en un riesgo de atentados aislados difíciles de evitar e imposibles de predecir, según confirmó el presidente de ASO, la empresa organizadora, Patrice Clerc. Ni ASO ni las autoridades francesas quisieron concretar más las amenazas que corre el rally, mientras que el director de la carrera, Etienne Lavigne, se escudó en las razones de Estado para no dar más detalles.

Los organizadores tomaron la decisión de anular, después de que el portavoz del Gobierno, Laurent Wauquiez, subiera la víspera el tono de la advertencia al recomendar "fuertemente" que no se viaje a Mauritania, un aviso que incluía a los participantes y organizadores del Rally Dakar.

La caravana, que no discutió la decisión de los organizadores, acogió la noticia con lágrimas, que dejaron paso a las calculadoras, que deberán a partir de ahora desentrañar el daño económico.

Desde Nuakchot, la capital mauritana, ya comienzan a echar de menos al rally por el que han luchado hasta el último momento, sobre todo con la promesa de desplegar hasta 4.000 hombres suplementarios, un esfuerzo logístico que París no ha considerado como suficiente garantía.

Lo cierto es que la anulación del Dakar llega también en un momento delicado para ASO, que sufre de la crisis de su principal fuente de ingresos, el Tour, origen del 70 por ciento de su facturación y atascado en los últimos años por el dopaje.

El rally, que representa en torno al 20 por ciento de su volumen de negocios, debe buscar otros escenarios. "El Dakar discurre por territorios de aventura, tenemos que proponer una aventura similar al Dakar a todos sus apasionados", avanzó ayer Clerc.

La Europa del este y Rusia, China y América del Sur emergen como candidatos alternativos a una África que no ha podido celebrar el 30 aniversario de su rally.

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