El portuense Alejandro Rivas se ha convertido pese a su juventud -solo tiene 17 años- en un gran especialista de la modalidad conocida como K-1, que se distingue del kick boxing clásico en que también se permiten los golpes de rodilla aparte de los de puños y pierna.

Este deportista ha sido recibido esta semana por Ana María Arias, concejala de Deportes de su localidad natal, como premio a su último éxito en Japón, donde batió en una lucha a tres asaltos (aparece completa en el vídeo) al nipón Yuta Murakoshi, de 23 años.

El combate correspondía al K-1 World Grand Prix, la cita más importante históricamente de esta especialidad, a la que su entrenador, Jesús Cabello compara "con la Champions League del mundo del fútbol". El adversario era de enorme dificultad pues en la actualidad ostenta la condición de campeón del mundo y además figura al frente del ranking mundial de la categoría de luchadores de menos de 57 kilos.