Fútbol | Segunda División B

Nono Olvera, toda una vida ligado al color azulino

  • El segundo entrenador del San Fernando lo tiene claro: "Los 45 puntos nos deben servir de estímulo".

Nono Olvera camina por la pista de atletismo del estadio junto a Pérez Herrera.

Nono Olvera camina por la pista de atletismo del estadio junto a Pérez Herrera. / J.A.

Es complicado hablar del cuerpo técnico del San Fernando CD y no nombrar desde hace casi una década a Nono Olvera. El actual segundo entrenador, hombre de confianza y ayudante máximo de José Pérez Herrera es una de las piezas fundamentales en la que se basa esta plantilla que está cuajando una histórica temporada.

Nono es el hombre que hace el trabajo desde la sombra, al que todos piden consejo a pesar de su juventud (cumplirá próximamente 41 años), y su cuarto de masajes, ya que ejerce también como recuperador, es, en muchas ocasiones, lugar de concentración de todos los jugadores.

Un tipo afable y conciliador, repleto de buenas palabras y con salida para los numerosos problemas que se plantean durante el largo curso. Y, sobre todo, isleño por los cuatro costados. Nono Olvera comenzó como jugador de su equipo, el CD San Fernando, cuando era benjamín y lo hizo en todas las categorías del conjunto azulino hasta llegar al primer equipo, donde actuó como lateral izquierdo hasta que hace 10 temporadas colgó las botas.

Pero su relación con el San Fernando CD no terminó ya que en la temporada siguiente, es decir la 2010/11, Antonio Iriondo, por aquel entonces entrenador del primer cuadro de La Isla, decidió echar mano de él, no solamente en el puesto de masajista sino también como consejero y segundo entrenador del equipo. Y a fe que acertó de lleno.

"Esa temporada, con el técnico actual del Rayo Majadahonda, se jugó la fase de ascenso aunque La Roda nos fastidió el éxito", recuerda. Al año siguiente cogió las riendas del equipo Menudo, que siguió confiando en su persona como ayudante directo, aunque en diciembre fue destituido y Antonio Iriondo volvió al equipo azulino. "Logramos el ascenso y fue maravilloso", afirma.

La ida al equipo madrileño del técnico vasco provocó la llegada de Pepe Masegosa. "Era como un sueño. Pepe era amigo directo, porque fue compañero mío durante varios años, y fue llegar y besar el santo ya que se hizo una temporada espectacular. Llegamos a ser líderes del grupo IV de Segunda B y terminamos séptimos, pero fue extraño porque se mezcló mucho sufrimiento con momentos inolvidables", comenta.

Tres años con Pepe Masegosa en el banquillo, y el paréntesis de Juanma Carrillo una temporada como primer técnico, siempre contando con Nono Olvera, siempre con su trabajo a la sombra. Al técnico sevillano lo sustituyó Ñoño Méndez, "con el que conseguimos el ascenso y la permanencia al año siguiente".

"Soñar es gratis y la ambición no nos la quita nadie, pero hay que contar con que todo es muy complicado"

José Pérez Herrera, cuando llegó la temporada pasada, no dudó en seguir contando con él para su cuerpo técnico y lo cierto es que cada vez que habla de su persona no le caben más palabras de agradecimiento. "Es que es increíble el ambiente que se respira dentro del equipo. Hemos trabajado a destajo para que no solamente consigamos un grupo de jugadores que juegan bien al fútbol, sino para que estos sean un grupo de amigos que se necesiten. El éxito de algo es mostrar las dos caras, la de futbolista y la de ser humano en la semana. No recuerdo un ambiente tan bueno como el actual en toda mi carrera, tanto de futbolista como de segundo entrenador".

Nono ha ejercido de ayudante directo del primer entrenador, lógicamente, de utillero, de primer técnico, de delegado de campo y prácticamente de todo. "Recuerdo una ocasión en la que habían expulsado a Pepe Masegosa y al delegado de equipo y tuve que hacer de las tres cosas, ya que no había nadie que me sustituyese en mi labor. Y cuando el árbitro me vio dando órdenes en el banquillo, saliendo a socorrer a un lesionado y efectuando los cambios me preguntó ¿tú que eres, un chico para todo?", recuerda entre risas.

Cuatro presidentes a sus espaldas: Pepe Tréllez, Dani Luna, Alejandro Zapata y María Ángeles Carrillo y seis entrenadores. "Y de todos he aprendido algo y me quedo con todos porque siempre ha existido una gran amistad. Sólo tengo palabras de agradecimiento".

Ahora ve a su equipo tercero en la tabla clasificatoria y con los puntos necesarios para la salvación. Sueña en silencio, no lo dice en voz alta pero "soñar es gratis y todos tenemos nuestro corazón ahí. Los 45 puntos nos deben servir como estímulo, como motivación para continuar y solo Dios sabe hasta dónde. Hasta el momento, ir partido a partido nos ha servido para estar donde estamos y la ambición no nos la quita nadie, pero hay que contar con que todo es muy complicado y que hay equipos con mucho potencial. Nosotros, de todas formas, seguiremos avanzando sin desfallecer".

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