Rafa Nadal debutó con victoria ante el argentino Federico Delbonis (6-3, 6-2) en el torneo de Viña del Mar para plantarse ya en cuartos de final tras un duelo que suponía su regreso oficial a las pistas, después de la toma de contacto el martes en el dobles, más de siete meses después.

Finalmente, Nadal saltaba ayer a la pista en individuales y lo hacía a buen nivel. Sin duda, la movilidad, el acierto y la fuerza del actual número 5 cinco del mundo sigue en proceso, pero el tenista español deleitó a los presentes con parte de su repertorio.

"Estoy muy contento. Volver a competir siempre es una sensación bonita y con un ambiente fantástico aquí en Chile. Estoy disfrutando y feliz", dijo el martes el balear, que apenas terminó el encuentro de dobles fue declarado "visita ilustre" de la ciudad, un hito más que se suma a la Nadalmanía que despertó su llegada a Chile. "Hoy en día el resultado no es lo más importante. Lo mejor es, simplemente, el hecho de estar en la pista. Estoy aquí para jugar, sea individual sea dobles. Si me preguntas si estoy al cien por cien hoy, pues no, no lo estoy, necesito semanas de tenis en el circuito y que la rodilla esté más fuerte y más cómoda jugando al máximo nivel", dijo el número cinco del mundo.

Pero, además de Nadal, hay más españoles en Viña del Mar. Albert Ramos, Daniel Gimeno-Traver y Albert Montañés sellaron con éxito su pase a la segunda ronda del torneo tras superar en primera ronda al brasileño Rogerio Dutra Silva, el portugués Joao Sousa y al chileno Nicolás Massu, respectivamente.