Gimnasia artística

Liukin se cuela en la fiesta

  • La estadounidense, de padre y madre campeones, rompe el monopolio chino con su oro en la final individual · La secundaron su compatriota Johnson y la local Yilin

De padre campeón y madre campeona, hija campeona: la estadounidense Nastia Liukin ya puede hablar de tú a tú a sus progenitores después de ganar el oro olímpico individual en Pekín y romper el monopolio de victorias que había impuesto el equipo chino. Liukin sumó en el concurso completo 63,325 puntos, por delante de los 62,725 de su compatriota Shawn Johnson, vigente campeona del mundo, y de los 62,650 de la china Yang Yilin, plata y bronce.

Nastia, de 17 años, es hija de Valeri Liukin, campeón olímpico por equipos con la Unión Soviética en Seúl 88 y de la gimnasta de rítmica Anna Kotchneva, campeona mundial de mazas en 1987. Nastia, físicamente una fotocopia de su madre, aún nació en Moscú, pero pronto la familia se trasladó a Estados Unidos y ya en 2002 entró en el equipo nacional júnior.

Su concurso en la final olímpica de ayer fue impecable, con notas por encima de los 16 puntos en todos los aparatos excepto en salto.

Después de que la primera líder del concurso, la rumana Steliana Nistor, perdiera pronto la senda del podio, la competición quedó reducida a las dos estadounidenses y a Yang Yilin, que mantuvieron un pulso a tres bandas de calidad creciente.

Johnson, campeona del mundo en 2007 a los 15 años, había sido la primera el pasado domingo en la ronda de clasificación, pero ayer sólo superó a Liukin en el salto, aparato en el que el grupo de las mejores abrió la final.

Pasaron luego a las asimétricas, en las que Liukin hace una complicada salida de espaldas, pero Yang Yilin se colocó pese a todo primera con un generoso 16,725 que premió con creces su ristra de dificultades.

Mientras, en el suelo, la italiana Vanessa Ferrari, campeona mundial en 2006, se salía y se despedía de las medallas.

A mitad de concurso Yang Yilin era primera, con 225 milésimas de ventaja sobre Liukin y 475 sobre Nistor.

El grupo líder siguió en la barra de equilibrios. Liukin es doble campeona mundial del aparato y demostró las razones, porque en el minuto y veinte segundos de su ejercicio no titubeó, frente a ligeros desequilibrios de Johnson y Yang, que vieron cómo Liukin las adelantaba con seguridad.

Sobre el suelo la gimnasta china actuó antes que sus rivales y no consiguió dar suficiente altura a sus saltos, lo que le hizo acabar forzada un par de diagonales. Recibió un 15,000 muy protestado por el público que ponía las dos primeras plazas en manos de las estadounidenses.

La espigada Liukin estuvo de nuevo intachable y fue felicitada inmediatamente por Yang, que reconocía su derrota antes incluso de conocer la nota de su rival, que fue de 15,525.

Shawn Johnson cerró la competición con idéntica puntuación, que le sirvió para asegurarse la plata. Liukin se libera así de la maldición que siempre le hacía quedar por detrás de sus propias compañeras de equipo en las competiciones importantes.

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