Se va llegando al final del túnel de una pretemporada con luces y sombras. Julio Peguero reconocía ayer que anduvo "preocupado" por la imagen que el submarino amarillo iba a dar en el primer partido en el Ramón de Carranza. Pero su preocupación se transformó en quietud. El director deportivo del Cádiz se mostraba ayer "contento con la imagen y la evolución del equipo" y daba pistas sobre la canción del verano: el tema de la salida y la entrada de jugadores. "La de Luciano Vella será la última salida en la plantilla. Su marcha al Rapid de Bucarest es un hecho y entre hoy y mañana -decía ayer- debe cerrarse la operación", aseguraba la mano deportiva de Antonio Muñoz. Sus palabras afectan a jugadores como Andrés Fleurquin y Juanjo Bezares, dos de los mejores hombres en el partido ante el Athletic del pasado jueves, pero también a José Julián de la Cuesta, siempre en la frontera del rumor. El caso de Andrade parece obviado.

Hablando de la misma puerta del club, pero abierta de par en par para futuras llegadas, Julio Fernández Peguero era optimista respecto a la situación del medio centro Víctor Ormazábal: "Lleva unos días en Cádiz, su agente llegaba hoy -por ayer- y ojalá que todo se arregle pronto. No descartamos presentarlo en las próximas horas, no habría que esperar hasta el lunes si llegamos a un acuerdo anteriormente". "Y no será el último fichaje", recordó el director deportivo del Cádiz, reiterando la intención del club de contratar al menos "a cuatro futbolistas más, entre ellos un jugador de banda izquierda, un nuevo delantero y un portero, sobre todo en caso de jugar finalmente en Segunda A". Peguero tuvo palabras de elogio para el nuevo entrenador: "Vamos por buen camino pese a las circunstancias en las que ha estado trabajando Javi Gracia, al que le doy un 10".