José de la Cueva no puede hacerlo todo

De la Cueva intenta zafarse de un intento de placaje en el choque de ayer. / Fito Carreto

Atlético Portuense: Manuel Lojo, Bejarano, Emilio García, Viñas, Antonio López, Luis Fernández, Mera, Vélez, Alejandro Sánchez, Antonio González, Medina, Navareño, De la Cueva, David Camacho y Vicente González. Después, Vallejo, Alberto García, Gandullo, Alberto Camacho, Garrido, Francisco Sánchez y Gaztelu. Olímpico de Pozuelo: Eloy Ortiz, Valhondo, Manuel Ortiz, Muñoz, Martínez, Alejandro Rivilla, Piñeiro, García, Nieto, Megino, Tessi, Saez, Gonzalo Rivilla, Álvarez y Castillo. Después, Gómez, Sánchez, Becerra, Fernández, De Torres y López. Marcador: 3-0 (26') Golpe de castigo de De la Cueva. 10-0 (36') Ensayo transformado por De la Cueva. 13-0 (38') Golpe de castigo de De la Cueva. 13-3 (46') Golpe de castigo de Gonzalo Rivilla. 13-6 (58') Golpe de castigo de Gonzalo Rivilla. 13-13 (70') Ensaya García y transforma Gonzalo Rivilla. 20-13 (78') Ensaya David Camacho y transforma De la Cueva. 20-20 (80') Ensaya Alejandro Rivilla y transforma Gonzalo Rivilla. Árbitro: Pablo Tornero. Incidencias: Jornada 14. Cdad. Dva.

El Club de Rugby Atlético Portuense dejó escapar la oportunidad de abrir una importante brecha con la zona peligrosa de la tabla clasificatoria al empatar el Olímpico de Pozuelo en la última acción de un partido que demostró que José de la Cueva no puede hacerlo todo, ya que la gran actuación de la estrella del equipo, autor de 15 de los 20 puntos, no bastó para amarrar el triunfo.

Comenzo el duelo con un toma y daca de ambos equipos pero los locales a partir de u na buena defensa lograron un golpe y anotar un ensayo que con la transformacion les adelantaba 13-0 con el que se llegaba al descanso.

En el segundo tiempo, el Olímpico, con una delantera más potente, consiguió empatar y cuando parecía que todo iba a terminar así, en la mejor jugada del choque, en la que intervino casi todo el equipo local, se consiguió ensayar y transformar para alegría de los portuenses. Sin embargo, con el tiempo terminado los visitantes sacaron de centro y debido a una mala recepción los madrileños ensayaron y transformaron para sorpresa de todos.