Fútbol | Segunda B

Gloria bendita para el San Fernando

  • Los isleños ganan 0-1 al Marino, ascienden a la Primera División RFEF y lucharán por subir a Segunda A 

Celebración del San Fernando al concluir el encuentro.

Celebración del San Fernando al concluir el encuentro. / SAN FERNANDO CD

Se consumó. El San Fernando no dejó escapar la oportunidad de ascender a la recientemente creada Primera División de la RFEF donde estarán presentes los mejores 40 equipos de la actual Segunda B y escribió con letras de oro la historia del club azulino que contará, a la misma vez, con la posibilidad infinita de poder disputar la fase de ascenso a la Segunda División A en la segunda parte de la competición que cerró en esta jornada, su primer acto.

Los isleños estuvieron, en todo momento, en puestos de ascenso y éste no peligró nunca. En primer lugar porque los de Stankovic solamente tardaron dos minutos en encauzar el objetivo, momento en el que Hugo Rodríguez, el mejor sin duda alguna del partido, lanzó magistralmente una falta en el borde del área para quitarle las telarañas a la escuadra de la portería tinerfeña. Y segundo lugar porque los resultados siempre le fueron ganando la cara a la posibilidad de ascenso, tanto en cuanto descartado el Sanluqueño que vencía con holgura en Algeciras, el Tamaraceite caía ante Las Palmas Atlético en derbi canario, por lo que hasta una derrota hubiese clasificado a los de Stankovic entre los mejores de Segunda B.

Por eso, la victoria se tradujo en una fiesta, que se celebró en el mismo terreno de juego y posteriormente en el vestuario. Por eso, el San Fernando hizo historia. Y por eso, los aficionados azulinos están de enhorabuena tras haber cumplido, con creces, el primer objetivo de la temporada que era ascender de categoría. Todo lo que venga, a partir de ahora, será un regalo, que bien se podría convertir en la disputa de la fase de ascenso a Segunda A.

El encuentro en Tenerife fue, como se esperaba, una mezcla de nervios, ansiedad e incertidumbre porque, a pesar de que los isleños se adelantaban en el marcador, prácticamente, en la primera llegada al marco contrario, el partido se iba ha hacer excesivamente largo.

Stankovic sorprendió a todos con el once inicial que puso en liza. De una tacada, el técnico serbio se ‘cargaba’ a Lolo González, para deshacer el doble pivote en el centro del campo, y a Omar Perdomo, presumiblemente para dar ayuda en la banda izquierda a Varela con Manu Moreno. Igualmente se volvió a poner dos hombres de corte creativo en la zona ancha, donde entraron Pepe Bernal y Toscano, con la clara intención de tener superioridad donde más trabajan los motores, el centro del campo.

Comenzaron con ímpetu los de La Isla que, conocedores de la importancia de golpear primero, acosaron, y de qué manera, el portal contrario. Rápidamente llegó la recompensa del tanto, lo que, de alguna forma, tranquilizaba a los azulinos que, aún así dominaban y buscaban certificar el choque para no sufrir altercados.

De esta forma, en el 10’ una contra del San Fernando terminó con un centro de Francis al que le faltó muy poco para llegar a Hugo Rodríguez. En el córner que le dio continuidad a la jugada, Varela pudo anotar un gol olímpico.

Pero a partir de la media hora de juego, la intensidad, producida principalmente por el estado del terreno de juego, bajó considerablemente y eso dio alas al equipo tinerfeño que, lejos de amilanarse se vino arriba en busca del empate.

Si de algo puede presumir el equipo azulino, es de la consistencia defensiva que ha adquirido, sobre todo en el último mes de competición, donde no ha encajado ni un solo gol, y en un partido tan importante no se iba a bajar el nivel por lo que los peligros en la inmediaciones de Perales, eran mínimos. Solamente desgranar una parada con los pies que tuvo que hacer el cancerbero mallorquín a un disparo de Mani y un envío a córner tras un remate de Ndiaye, en los minutos 30 y 33.

El primer acto se cerró con la tranquilidad de ir por delante en el marcador y el segundo comenzó de la misma forma con la que se inició el primero, con un San Fernando presionante, que inquietaba al equipo contrario y con la determinación de cerrar definitivamente el choque. Y lo pudo hacer en el 46’ con un centro de Hugo al que no llegó ningún compañero, y en el 62 cuando Ekangamene tuvo que sacar de debajo de los palos un remate de Dopi y en el 64’ cuando Hugo quiso hacer una repetición del gol en un libre directo, al que respondió a las mil maravillas Dkikvidze. El Marino no llegaba a crear peligro y el San Fernando se obsesionaba en no pasar apuros en los últimos minutos a pesar de jugar con diez, desde el minuto 52 cuando fue expulsado Pepe Bernal al perder un balón en el centro del campo e intentar recuperarlo con una entrada por detrás a un contrario.

Fueron cayendo los minutos y seguía insistiendo Dopi, que tuvo su segunda oportunidad en el 71’ tras un pelotazo de Hugo Rodríguez que lo asistió para que, tras recortar a un contrario, lanzase alto. El objetivo parecía estar en el bolsillo de un conjunto azulino que, aunque no tenía el balón, no sufría en exceso.

En los instantes finales del choque apareció, como es lógico, el típico nerviosismo de un resultado corto, que podía ser neutralizado en cualquier jugada a balón parado o en cualquier despiste. Pero lo cierto es que en el tiempo de descuento el que más claro lo volvió a tener fue Dopi que se fabricó una jugada que terminó con un centro raso que obligó a intervenir al cancerbero del equipo tinerfeño.

Con el pitido final llegó el éxtasis en un equipo que lo ha pasado mal esta temporada, que, en cierta parte de él, temía una mala tarde y un fracaso rotundo. Pero no fue así, todo lo contrario. El San Fernando ganó, rubricó su firma en la historia y ascendió a la Primera División de la RFEF por la puerta grande.

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