Fútbol base

Fútbol entre tinieblas

  • Los equipos del fútbol modesto llevan meses entrenando en el complejo Puntales-La Paz prácticamente a oscuras tras la avería en la mayoría de los focos de las torretas de iluminación

  • "En cualquier pueblo me encuentro unas instalaciones maravillosas. Lo de la capital no lo entiendo", dice Pepe Caucelo, árbitro que ha llegado a suspender encuentros por falta de luz

Entrenamiento casi a oscuras en un campo del 'Manuel Irigoyen'. / Julio González

Uno de los mejores libros sobre fútbol jamás escrito lleva la firma de Eduardo Galeano y se titula 'Fútbol a sol y sombra'. En sus páginas el añorado escritor uruguayo hace un repaso por su pasión, desde su niñez en Montevideo hasta los Mundiales de Fútbol, cuando se encerraba en su casa y colocaba en la puerta un cartel bien grande que rezaba: Cerrado por Mundial. Galeano habla de las miserias del balompié, de su historia, de héroes y villanos, de la gloria de Obdulio Varela o Ghiggia a la caída en desgracia del portero Barbosa en aquel Maracanazo que provocó una herida que aún supura en el corazón brasileño. Habla de los no goles de Pelé, los regates de Cruyff con su Naranja Mecánica o Maradona con su mano divina y su gol celestial ante Inglaterra. Sin duda Galeano hubiera encontrado un filón para sus páginas viendo a los chavales de Cádiz entrenar cada tarde en el complejo Pedro Fernández. Allí, en la barriada de la Paz, es imposible hablar de fútbol a sol y sombra porque solo hay sombras, oscuridad y, casi echando un pulso a la desidia del Ayuntamiento, algunos focos que permiten a los muchos equipos del fútbol base preparar sus partidos en condiciones lamentables.

“Esto es tercermundista. Tenemos los peores campos de la provincia”. David Núñez, entrenador del equipo cadete del Lagunense lleva tiempo quejándose de una situación “impropia” de una ciudad como Cádiz. “Yo vivo en San Fernando, al lado del complejo deportivo Manuel Gómez Castro. Tiene su tribuna con visera, baños que funcionan, agua caliente en las duchas, que aquí parece casi un lujo, con terrenos cuidados. Cada verano veo cómo se invierte en mejorarlos. Aquí en Cádiz no he visto una grúa arreglando una torreta en mi vida, y llevo muchos años entrenando. Luego pasa lo que pasa, que lo mismo se cae una torreta por el viento en Elcano que se tienen que suspender partidos por falta de luz”.

Porque hasta ese punto ha llegado la situación. Pepe Caucelo es uno de los árbitros gaditanos que actualmente tiene más experiencia en el fútbol, al que lleva dedicado toda su vida. Después de una etapa como colegiado de Segunda B y cuarto árbitro en Segunda A y Primera División, este árbitro está centrado ahora en dirigir encuentros del fútbol formativo. Lo que sucede en el Complejo Puntales-La Paz lo vive muy de cerca porque es un habitual los fines de semana en diferentes categorías. “Yo suspendí hace poco un partido en el minuto 20. No se veía nada y hablé con los dos entrenadores, que por supuesto estuvieron de acuerdo. Recuerdo que una de las torretas sólo contaba con un foco encendido”, explica.

Caucelo lamenta el estado que presenta el alumbrado artificial de este recinto y resulta inevitable que acuda a las comparaciones. “Yo en el campo de cualquier pueblo me encuentro una instalación maravillosa, con el césped de última generación, su graderío, la visera y una iluminación perfecta. Lo que sucede aquí, en la capital, no lo entiendo. Sólo tenemos esos campos de fútbol-11 y el problema con la luz es bestial”, agregando este colegiado que “en invierno a las seis de la tarde es de noche y ya no se ven las áreas ni las delimitaciones del terreno de juego”. “En el caso del Irigoyen es aún peor al ser de unas dimensiones mayores que el Pedro Fernández y contar con la misma poca luz. Yo he tenido que suspender un partido y el año pasado le sucedió lo mismo a otro árbitro porque este problema no es de esta temporada. Y si conmigo de colegiado se vuelve a dar la misma circunstancia, lo volveré a suspender. Eso lo tengo claro”, recalca Pepe Caucelo.

La situación ha llegado a tal punto que en la tarde de este martes ha tenido lugar una reunión en la Asociación de Clubes Modesto para estudiar las medidas a tomar ante el abandono de una situación que se prolonga durante meses. Poco a poco los focos han dejado de funcionar, la instalación eléctrica ha quedado obsoleta, pero nadie mueve un dedo. “Es como si no interesara”, dice otro mítico entrenador de la cantera que prefiere mantenerse en el anonimato. “Hasta que un día no tengamos un disgusto en Cádiz no van a reaccionar. Yo llevo décadas entrenando a equipos de chavales y esto no ha estado así jamás. Ni cuando el complejo era de tierra había tan poca luz”.

Otros, más guasones, se lo toman con más humor. “Fíjate si hay poca luz en el complejo que el otro día con las prisas cuando terminó el entrenamiento cogí al niño de la mano y hasta que no lo tuve sentado en el asiento de atrás del coche no me di cuenta que no era el mío. Jajaja...”.

Como anécdota exagerada puede tener su gracia. Como realidad es tristísima. Porque no hablamos de una situación puntual, de un apagón, de una semana que los chicos han dudado entre ponerse a entrenar o a hacer espiritismo, es un esto es lo que hay en toda regla, un mensaje de abandono indignante hacia el futuro de esta ciudad, hacia sus niños y jóvenes, que sueñan entre penumbra con convertirse en futbolistas.

Entre algunos entrenadores se defiende una postura más beligerante. Incluso la posibilidad de convocar una jornada de paro como protesta ante esta situación. Otros quieren confiar en la palabra de los técnicos del Instituto Municipal de Deportes. “Lo que pasa -dice el coordinador de uno de los clubes afectados- es que llevamos así desde octubre. En diciembre ya nos dijeron que lo iban a arreglar pero no han hecho nada. Ahora nos vuelven a decir que en 20 días quieren empezar a arreglar el tema de la luz. Nos aseguran que se van a cerrar los campos 2 y 3 de Elcano para cambiar su terreno de juego. En fin, muchas buenas intenciones pero nada más”.

Mientras tanto la luz no se hace en el complejo Puntales-La Paz. Se lo traga la oscuridad. Y nadie hace nada. La culpa será de otro.

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