Chris Froome, cuatro veces ganador del Tour de Francia, podrá defender su título después de quedar exonerado de su caso de dopaje por la Unión Ciclista Internacional (UCI).

Apenas 24 horas después de que los organizadores de la ronda gala vetaran la participación del británico, el organismo rector del ciclismo internacional anunció el cierre del proceso que se le había abierto por un positivo por salbutamol detectado en un control realizado en septiembre en la Vuelta a España.

El jefe del Tour, Christian Prudhomme, aceptó el veredicto de la "instancia superior" y confirmó que Froome podrá estar el sábado en la salida de la edición 105ª del carrera francesa, que se inicia en la isla de Noirmoutier, junto al Océano Atlántico.

"Sólo siento que esto llegue en el último momento", se quejó el dirigente en declaraciones a la radio Franceinfo. No le falta razón, pues el proceso llevaba abierto nueve meses, desde el pasado 7 de septiembre de 2017.

La UCI aseguró que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) aceptó las razones alegadas por Froome para justificar la elevada presencia en su orina de la citada sustancia, por tenerla recetada para tratar el asma.

"La AMA informó a la UCI que aceptaría, dados los hechos específicos del caso, que los resultados de la muestra de Froome no constituyen un caso de hallazgo analítico adverso", señaló el organismo en un comunicado.

"En vista del acceso incomparable de AMA a la información y la autoría de las normas sobre salbutamol, la UCI decidió cerrar el procedimiento contra él", insistió.

El británico, que ganó la Vuelta a España el pasado año, pudo seguir compitiendo mientras se aclaraba su caso. De hecho, ganó el último el Giro de Italia.

"Esta decisión marca un punto final. Esto significa que todos podemos continuar y concentrarnos en el Tour", dijo Froome a través de su cuenta de Twitter.

Con ayuda de renombrados abogados londinenses, el británico pudo demostrar que los altos parámetros de salbutamol no tuvieron una intención dopante. En casos similares en los últimos años, sin embargo, los ciclistas Alessandro Petacchi y Diego Ulissi sí fueron sancionados.

"Sufro de asma desde la niñez. Conozco exactamente las reglas de mi tratamiento y uso el inhalador sólo para mantener los síntomas dentro de los límites permitidos", contó en su momento el vigente campeón del Tour.

Según la normativa, por encima del umbral de mil nanogramos por mililitro de orina el salbutamol puede tener efectos vigorizantes en el rendimiento. Los resultados del control muestran una lectura de casi el doble, pero el caso ya está archivado.

"La UCI hubiera preferido resolver el caso antes, pero tenía que garantizar a Froome un proceso justo", se excusó el organismo.