Exportando Cádiz a China
fútbol internacional
Jesús Carrasco Zhou, cadete del Nextstars, se marcha a su país materno al ficharle el Guangzhou R&F tras superar una prueba de dos semanas
La tierra materna le llama, esperanzada en que se convierta dentro de unos años en uno de los pilares de la ansiada explosión a nivel internacional de la selección de China, un país donde la pasión por el fútbol se está multiplicando en los últimos tiempos de un modo tan exagerado que cualquiera sabe qué podrá ocurrir en un futuro que se antoja sin límites.
La ligazón de Cádiz con el fútbol de esa nación asiática se centraba hasta ahora en la presencia de Jose González en el banquillo del Beijing Guoan, uno de los equipos que militan en su pujante Superliga. Pero desde ya existe otro nexo que vincula a la capital de nuestra provincia con el balompié chino. Se trata de Jesús Carrasco Zhou, prometedor centrocampista que el pasado mes de enero cumplió tres lustros de vida. Jerezano de nacimiento, el hijo de Ángel Carrasco -gaditano de la calle Ancha- y la china Wei Wei Zhou es además sobrino del virtuoso pianista Manolo Carrasco. Pues Jesús, que esta temporada milita en el conjunto cadete del Nextstars cadete, acaba de ser fichado por el Guangzhou R&F, cuya primera plantilla también actúa en la referida Superliga. De momento formará parte de su cantera a partir de agosto. Luego... ya se verá, porque calidad técnica y potencial físico posee para regalar.
Nuestro protagonista regresa a China, donde fue criado por sus abuelos maternos desde los tres meses de edad hasta los cinco años siguiendo una costumbre que se estila por allí. Fue entonces cuando el empresario gaditano Ángel Carrasco se empeñó en que su nieto viniera para España. Convenció al padre del chaval y desde entonces vive en Cádiz con sus abuelos paternos.
Nada más llegar se convirtió en alumno del colegio El Altillo de Jerez, sin saber una palabra de español y sin idea de lo que era el fútbol. Sus primeros contactos con el deporte rey resultaron bastante negativos según confiesa él mismo: "Yo veía jugar a los niños de mi clase y me ponía con ellos, pero era tan malo que cogía la pelota con las manos y la metía así dentro de la portería. Cuando cumplí los siete años, dos más tarde, ya empecé a jugar bastante bien y pasé a ser el mejor de mi curso, por lo que me nombraron capitán. Corría más que todos los demás y nadie era capaz de pararme". La meteórica evolución dio paso a que eligiera el fútbol por delante del tenis, que también practicaba. Así que con ocho años entró en el Loreto como primera experiencia: "Empecé de portero -recuerda-, pero era malísimo. Menos mal que el entrenador se dio cuenta de que corría mucho y me puso de extremo".
Pese a su corta edad, no tardó mucho en estrenar por partida doble su palmarés internacional. La clave radicó en el convenio firmado por su colegio y el potente Arsenal, club londinense. Así se forjó el Nextstars, donde coincidió con Antonio Valero, entrenador de los benjamines y gran valedor de Jesús: "Él me llevó al torneo 3x3 jugado en el Emirates Stadium por 38 escuelas del Arsenal repartidas por todo el mundo. Ganamos los españoles. Al año siguiente probé con distintos clubes ingleses y eso me facilitó que una academia inglesa me citara para disputar en Holanda un torneo sub'18, a pesar de que yo solo tenía 13. Ahí también quedamos campeones".
Curiosamente, su tío pianista fue el hombre clave para que se le abriera la puerta del fútbol chino. Manolo, durante una gira, comentó que él tenía un sobrino de madre china que jugaba muy bien al fútbol. Fran y Miguel, integrantes del equipo de producción del músico en el país asiático, se encargaron de hacer unas gestiones y el fruto consistió en que le citó para unas pruebas el Guangzhou R&F, club de la ciudad de Cantón al igual que el Guangzhou Evergrande. Jesús Carrasco y su abuelo, que describe a su nieto como "una mezcla de Modric y Casemiro", subieron al avión el 21 de abril y permanecieron en China hasta el 5 del presente mes.
El periodo de prueba resultó satisfactorio y el día anterior al regreso el propio presidente del club, en una reunión en su despacho, le felicitó y le regaló una camiseta del Guangzhou R&F, comentando la intención de incorporarle a finales de agosto. Esto último quedó ratificado poco más tarde cuando, ya en España, se recibió una carta en la que el club comunicaba oficialmente que Jesús había pasado la prueba positivamente y que el cuerpo técnico había dado el OK para su fichaje.
Y el chino de la calle Ancha como unas castañuelas: "Para nada me da miedo afrontar esta aventura porque aquí puede estar mi futuro haciendo lo que más me gusta. Allí viviré en unas instalaciones similares a las de La Masía del Barça, aunque realidad yo soy madridista". Como broche, aquí va la felicitación por el título liguero.
Ilusionado "con ganar la Copa del Mundo con la selección china"
Si Jesús Carrasco es un fenómeno con el balón, mayor todavía es su rendimiento como estudiante. Sus últimas notas de 3º de ESO constaban de diez sobresalientes y un notable. En cuanto a idiomas, habla perfectamente español e inglés además de poseer el B1 de francés. Aclara que "el chino lo hablaba muy bien cuando era chico, pero se me ha olvidado por la falta de práctica. Voy a recuperar todo lo que pueda antes de irme y por eso estoy recibiendo clases". No queda ahí la cosa pues la familia intentó que imitara a su tío: "En un año hice los tres primeros cursos de piano, pero entonces le dije a mi abuelo que no me daba tiempo para todo y que prefería dedicarme al fútbol y a los estudios". Marcharse a China conlleva una serie de sacrificios pero ya se sabe que quien algo quiere algo le cuesta: "Para poder jugar allí como chino es necesario que pierda la nacionalidad española. Por eso mi ilusión es jugar con la selección china y ganar con ella la Copa del Mundo, pero antes quiero llegar al primer equipo del Guangzhou R&F para devolverles la confianza que han depositado en mí. Ganar el Mundial parece imposible, pero quizá dentro de unos años podamos conseguirlo porque su fútbol está evolucionando mucho".
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