Con apenas siete jugadores, varios de ellos lesionados, sin recambios ni técnicos en el banquillo… este es el desolador panorama del Puerto Real CF, un histórico que a sus 85 años afronta uno de sus momentos más críticos. Una semana movida en el seno del club, en la que dimitieron el director deportivo, Javier Otero, y el entrenador, Antonio Flor, y fueron dados de baja varios jugadores por sus protestas ante los incumplimientos en el pago, terminó de forma esperpéntica, con la suspensión del partido frente al Juventud Prado del Rey.

La entidad, que había solicitado el aplazamiento ante la falta de efectivos, denegado por la Federación, se presentó con siete futbolistas, varios de ellos lesionados. Nada más comenzar los de la Villa permanecieron impasibles como acto de protesta mientras los visitantes lograban el primer tanto del partido. Acto seguido uno de los jugadores se tiró al suelo para forzar al colegiado a suspender el duelo, que apenas si duró unnos minutos.

Desde la grada, la afición señalaba como responsable al presidente, Antonio Bohórquez, mientras los jugadores se retiraban entre lágrimas del terreno de juego. Pese a lo sucedido, Bohórquez apuesta por mantener al equipo en la competición, misión que no se antoja demasiado sencilla visto lo visto.