La selección española arrancó su andadura en el Mundial de Francia con una sufrida victoria (27-21) sobre Islandia, en un encuentro en el que España sufrió lo indecible hasta que logró ajustar definitivamente su defensa al inicio de la segunda parte.

Pese a la insistencia del seleccionador, Jordi Ribera, en la necesidad de dotar a la defensa de la mayor solidez posible, a los Hispanos les costó un mundo asentar su retaguardia. Un problema que no sólo facilitó notablemente la tarea al rival, sino que además, y quizá lo más importante, le impidió desplegar el juego de contraataque que tan buenos réditos le dio durante la fase de preparación.

En los primeros 20 minutos de la segunda parte, Islandia apenas marca cuatro goles

Sin posibilidades de correr, España se vio obligada a afrontar largos ataques estáticos ante la rocosa defensa nórdica 6-0, que contó en todo momento con la inestimable ayuda del portero Gustavsson, que detuvo hasta tres penaltis en el primer tiempo.

Precisamente un gol a portería vacía del guardameta islandés permitió a los suyos alcanzar, a los 20 minutos de jugo, una renta de tres goles (6-9) que encendió todas las alarmas en el otro banquillo. Sufrimiento que no palió ni la entrada de Gedeón Guardiola como compañero en el centro de la defensa de Viran Morros, una fórmula habitualmente ganadora que se vio truncada por la irrupción de Karason, que aumentó todavía más la renta (7-11).

Sólo la fe inquebrantable de los Hispanos mantuvo con vida al equipo, que logró gracias a las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas igualar la contienda (13-13) al inicio del segundo tiempo, tras marcharse al descanso dos goles por debajo (10-12). Islandia volvió a tomar el mando (13-15), pero tres goles consecutivos de Balaguer permitieron a España dar la vuelta (16-15) a un marcador, sacudirse los nervios del debut y empezar a encarrilar el encuentro (19-15) en un abrir y cerrar de ojos.

La mejoría defensiva de España dio la puntilla, ahogando poco a poco el juego ofensivo islandés, como demuestran los sólo cuatro tantos (21-16) que concedieron los de Jordi Ribera en los primeros veinte minutos de la segunda mitad. Una cifra que Islandia apenas logró mejorar en el tramo final del partido pese a arriesgar con la presencia de siete jugadores de campo en ataque, lo que no desaprovechó España para sellar definitivamente su primera y sufrida victoria en el Mundial de Francia.

España: Pérez de Vargas; Víctor Tomás (1), Gurbindo (1), Sarmiento (3), Goñi (3), Ángel Fernández y Aginagalde (3) (equipo inicial), Corrales (ps), Rivera (3, 1p), Dujshebaev, Cañellas (4), Morros, Guardiola (3), Balaguer (4), Costoya y Figueras (2). Islandia: Gustavsson (1); Gunnarsson (1), Hallgrimsson (1), Helgason, Gudmunsson (3), Smarason (1) y Sigurdsson (5, 1p) (equipo inicial), Edvarsson (ps), Kristjansson, Karason (3), Atlason (2), Arnarsson (4), Elisson Jonsson y Magnusson. Parciales: 1-2, 4-4, 5-6, 6-9, 7-10 y 10-12 (descanso) 13-14, 16-15, 18-15, 21-17, 23-18 y 27-21 (final). Árbitros: Gatelis y Mazeika (lituanos). Excluyeron por dos minutos a Gurbindo, Sarmiento y Goñi por España; y a Arnarsson, Karason y Helgason por Islandia. Incidencias: Encuentro de la primera jornada del Grupo B disputado en Les Arenes de Metz ante 5.700 espectadores.