España-Inglaterra | Análisis y uno a uno

72,4% de posesión y 0-3

  • El fútbol directo inglés por el centro derrumbó la presión adelantada de una España sin tino en centros y remates

Pizarra del España-Inglaterra.

Pizarra del España-Inglaterra. / Fuente: Elaboración propia / Gráfico: Dpto. Infografía

La tardía reacción de España, de su seleccionador cambiando incluso el dibujo tras el descanso, introduciendo más remate y dinamismo por dentro, y de los jugadores acentuando la intensidad y la rapidez en la circulación, no bastó para enmendar la plana. El fútbol directo de Inglaterra por el centro, cuyo mejor ejemplo fue el golazo de Sterling a los 16 minutos, desde el saque mismo del meta Pickford a Kane, desbarató el eje de Luis Enrique, una lenta estructura que hizo aguas, de Busquet a Nacho y Sergio Ramos.

El seleccionador incluso cambió del clásico 4-3-3 –idéntico esquema con el que partió Southgate– a un volcado 3-2-5 tras el descanso. Retrasó a Busquets a la posición de central diestro, fijando la cobertura de Jonny en su sufrida marca sobre Rashford, y ubicando a los dos laterales como extremos. Pero ni el dinamismo que introdujo Dani Ceballos, ni las ganas de Marco Asensio, ya en la posición de atacante por la derecha, descerrajaron el férreo e intensivo repliegue inglés. Faltaron remates a los centros y más desmarques de ruptura. Alcácer, además, dejó el puesto de referencia a Morata: Luis Enrique no supo aprovechar su gran momento.

Defensa

De Cardiff sólo quedó Sergio Ramos en la zaga. Entraron Jonny, Nacho y Marcos Alonso y tanto cambio dejó una defensa mal coordinada, pese a que Nacho está hecho a jugar con Segio Ramos, lenta, permisiva con los controles de espalda y con las carreras de Sterling, Kane y Rashford. Busquets tampoco encontró su sitio y el delantero del Tottenham halló su base de operaciones a sus espaldas y por delante de los permisivos centrales. De sus botas partieron los tres goles de Inglaterra. Jonny sufrió para seguir las carreras de Rashford, como en el 0-1, o sus diagonales, como en el 0-2. En el 0-3 quedaron en evidencia Saúl, permitiendo el centro de cuchara de Barkley a la espalda de la defensa, y Marcos Alonso, no siguiendo a Kane. Un desastre. Luis Enrique reordenó el equipo, con Busquets de tercer central e Inglaterra dejó de contragolpear con peligro, también por su repliegue.

Ataque

El trío atacante titular salió con intensidad y provocó robos adelantados. Pero no se compenetró para concretar los ataques. Thiago buscó apoyos por dentro, sin hallar aliados ante la bien pertrechada zaga inglesa. Y, con un 72,4% de posesión al descanso, todo derivó hacia fuera, donde Marcos Alonso desdobló a Marco Asensio por la izquierda.

No hubo buena elección en los centros y sólo la estrategia proporcionó llegadas con peligro a España, como una peinada de Saúl que estrelló Marcos Alonso en Pickford, o el gol de Alcácer, en sendos córneres. Con Morata, España buscó más remate, pero Alcácer perdió espacios. Aun así, percutió más y mejor, con Dani Ceballos desequilibrando.

Virtudes

El tesón hasta el final.

Talón de Aquiles

Un eje pésimamente escalonado.

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