El Cádiz ha sido incapaz de hacer daño al Jumilla y no pasó del empate sin goles en un partido aburrido y sin ocasiones. Álvaro Cervera sigue sin conocer el triunfo como técnico cadista y a la afición no le queda otra que confiar en el pinchazo de La Hoya Lorca, único perseguidor de los gaditanos y que esta tarde visita al Granada B.

El técnico apostó por fortalecer el centro del campo con Nana como acompañante de David Sánchez en el mediocentro e introdujo a Carlos Calvo en detrimento de Jandro. Regresaron también al once el meta Alberto Cifuentes y Dani Güiza, con el canterano Román esperando su oportunidad en el banquillo. Los cambios no modificaron demasiado el panorama respecto al último encuentro frente al Mérida, pues el conjunto amarillo fue incapaz de hacerse con el dominio del encuentro frente a un serio Jumilla. Es más, ni siquiera pudo hacer daño al ordenado conjunto local, que liderado por Perona pisó más área rival que los amarillos en el primer periodo. Un par de intentos de Carlos Calvo y Lolo Plá, apenas sin peligro, fueron todo el bagaje ofensivo de los gaditanos en los primeros 45 minutos de partido. Las sensaciones no eran buenas.

El Cádiz se mostraba inoperante, incapaz de generar ocasiones y mucho menos fútbol. Tampoco brillaban sus individualidades y Álvaro Cervera no dudó en retirar a Güiza, que se marchó con cara de pocos amigos, por Salvi apenas transcurridos diez minutos del segundo tiempo. El sanluqueño fue precisamente el único que ofreció algo en ataque en un partido horrible, uno más, de los cadistas. Sin embargo, no hubo forma de superar a un Jumilla que tampoco sufrió en exceso para contener a los amarillos. El técnico tampoco arriesgó con los cambios -entró Román por Lolo Plá, delantero por delantero- y casi parecía dar por bueno el punto, el segundo que suman los gaditanos en los últimos seis partidos. Así es imposible.