Veintidós años después, Pedro Buenaventura se presentó ayer como nuevo comandante de la nave verdiblanca. El mismo, pero distinto. En 1990 se convirtió en el técnico más joven en hacerse cargo de un equipo de categoría nacional. Ahora llega con una dilatada experiencia en los banquillos y también en los despachos, ya que también se ha reciclado y sus dos últimas experiencias han sido como director deportivo en el Écija y en el Cacereño.

Pedro Buenaventura Ugía (4 de junio de 1965) comienza una nueva aventura en los banquillos, en el equipo que le vio 'nacer' como entrenador. Aterriza en un club que ha cambiado por completo su fisionomía en estos 22 años, saneado y con ganas de seguir creciendo.

El sevillano se presentó ayer junto al resto del cuerpo técnico, que estará formado por Alejandro Muñoz 'Chiqui' como segundo entrenador, Javier Ravelo, como preparador físico, y Miguel Vega, como entrenador de porteros.

Manolo Fernández, presidente de la entidad verdiblanca, ejerció de anfitrión dando la bienvenida a Buenaventura a "su casa". El dirigente aseguró que el nuevo técnico "sabe muchísimo de fútbol y es el entrenador que nos hacía falta para este proyecto en Segunda B".

Posteriormente, tomó la palabra el ya nuevo entrenador del Sanluqueño. Se le preguntó si tiene algún temor por el techo tan alto que dejó su antecesor en el cargo, a lo que respondió diciendo que "los retos son para cogerlos. Creo en este proyecto y no necesité pensarlo mucho para aceptar". Aprovechando el gran momento que se respira en Sanlúcar, dijo que "hay que intentar que la llama de la ilusión permanezca viva, sabemos que es una tarea difícil porque el salto a la Segunda B es importante".

En cuanto a los fichajes y renovaciones, le dio su sitio al secretario técnico. "Vamos a mantener a los que podamos aunque por supuesto esto es competencia del secretario técnico. Intentaremos traer a los refuerzos que sean necesarios en los puestos que son necesarios".

También se refirió a su evolución como entrenador: "Quiero vivir el presente y no puedo acordarme del pasado, ni de lo bueno, ni de lo malo. Tengo más experiencia que hace 22 años y el que no evoluciona se sale, no queda más remedio que estar al tanto de los cambios".