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Fútbol l Tercera División

Biri, el 'verdugo' balono en La Isla

  • El jugador del equipo linense pide perdón por su actitud frente al San Fernando

Arrepentidos los quiere Dios. El jerezano Luis Lahera Biri salió ayer a la palestra para pedir perdón públicamente por su conducta del pasado domingo en San Fernando, que permitió al equipo de casa igualar una ventaja de 0-2 de la Balona. Biri revela que rompió a llorar en los vestuarios tras ser expulsado y que se le vino "el mundo encima" al escuchar la celebración de la parroquia de casa cuando el equipo de Iriondo lograba la igualada. El problema es que llueve sobre mojado en un vestuario que ya vivió conductas similares a comienzos de temporada con Pablo Niño. Y el ex bético juega ahora en el Rota de Primera Andaluza.

Biri saltó al campo en el minuto 73 del San Fernando-Balona, cuando el marcador era de 0-2. Una falta cometida por él dio origen al primer gol local en el 77'. En el 84', con los albinegros jugando en inferioridad, llegó el 2-2. El técnico, Rafa Escobar no se mordió la lengua en la sala de prensa y el presidente, Alfredo Gallardo, tampoco se quedó callado: "Hay que exigirle más responsabilidad. Y si no, que se quede en la grada o se marche a casa".

Ayer, visiblemente afectado, Biri confesó estar pasándolo "muy mal" y explicó su situación anímica durante el choque. Pese a que el técnico había dado a conocer la alineación tras el entrenamiento del sábado, Biri no tuvo conocimiento hasta "una hora antes" del comienzo del choque. "Me llevé un mazazo muy fuerte, porque considero que estoy en un momento de forma extraordinario y que me merezco jugar, pero admito que no lo asimilo como debía haberlo hecho. No es que dijese nada ni que discutiese con nadie, pero estaba cabizbajo, porque no me lo esperaba. Al final el tiempo le dio la razón al mister, porque sin mí íbamos ganando cero a dos".

Después de eso, Biri confiesa que pasó unos minutos muy amargos en la caseta: "Cuando me quedé solo me eché a llorar", recuerda. "Lo estaba pasando muy mal y cuando escuché a los aficionados celebrar el segundo gol se me vino el mundo encima. Cuando entraron mis compañeros y veía su estado anímico, aún me sentía peor". "Yo sé que tuve mucha culpa de que el equipo empatase y lo asumo", subraya el jugador, que ayer pidió disculpas personalmente al vestuario y al preparador.

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