El Atlético se impuso en un duelo exageradamente brusco, que concluyó con cuatro expulsiones y sólo un tanto, el que marcó Diego Forlán y que le dio a los rojiblancos tres puntos muy trabajados y que le confirman en la elite.

El Getafe se acercó al Calderón sin complejos, convencido de que no tenía nada que perder y sí mucho que ganar. El equipo del danés Michael Laudrup sigue fiel a su estilo valiente desde que milita en la Primera División.

Comenzó el Getafe asustando a los locales. En el minuto 8, Raúl García le robó la cartera a Granero dentro del área cuando éste se disponía a fusilar a Christian Abbiati. Fue un aviso de la intenciones visitantes y una preocupación para el Atlético.

Por la banda izquierda, la que ocupaba Simao Sabrosa, inauguró el Atlético el marcador. El portugués envió desde esa zona un balón al área pequeña del Pato Abbondanzieri para que Diego Forlán firmase su sexto tanto en liga este curso.

El tanto no amedrentó al Getafe, que siguió atrevido y consciente de las debilidad rojiblanca atrás. De esta forma, Albín marró lo imposible con toda la portería para él (29'), ocasión a la que respondió Mariano Pernía con un remate de falta al larguero de Abbondazieri (32').

Kun Agüero vio la segunda amarilla al tocar un balón con la mano dentro del área rival al ser empujado por un rival. Fue una exclusión, cuando menos, rigurosa y el Kun abandonó el césped en medio de una atronadora ovación. Por entonces, el partido estaba ya deshecho y poco se podía esperar, salvo más altercados hasta su conclusión. Y así ocurrió, con un sorprendente carrusel de expulsiones. A Licht le sucedieron en el camino anticipado a la ducha el Pato Abbondanzieri y José Antonio Reyes.

Con nueve hombres por equipo en el campo y el rumano Cosmin Contra como portero del Getafe, todo parecido con un encuentro de fútbol era mera coincidencia y el Atlético conservó su ventaja.