Lionel Messi encontró un nuevo socio y se llama David Villa, con quien el argentino comienza a formar una sociedad que augura muchos goles para el Barcelona.

Messi y Villa fueron los dos grandes protagonistas del partido del domingo ante el Getafe, que finalizó con triunfo azulgrana por 3-1. El español asistió al argentino en el primer gol y luego, los dos invirtieron sus papeles para marcar el segundo.

El Barcelona está comenzando a saborear ahora el producto de una sociedad que puede ser muy fructífera. Según se ve, Villa completó ya el proceso de adaptación a su nuevo equipo y Messi lo aprovecha.

"La conexión entre Leo y el asturiano es letal. Están en el buen camino para llegar al choque con el Madrid en el Camp Nou en plena forma, a tiro de liderato", afirmaba ayer el diario Sport.

Messi lleva ocho goles en la Liga, lo que supone cerca del 40 por ciento de los tantos que ha hecho su equipo. A eso añade tres asistencias. Por su parte, Villa acumula cinco tantos y tres pases de gol.

Messi y Villa juegan en el Barcelona de hoy en posiciones diferentes a las que ocuparon en anteriores etapas de sus respectivas carreras. Ahora Messi es prácticamente el delantero centro del equipo, mientras Villa cae a una banda cuando casi siempre actuó de nueve puro. "No tengo la sensación de que me falte un punto para adaptarme. No me puedo comparar con el Villa del Valencia, ya que no juego en la misma posición y el sistema es diferente", dijo el español la pasada semana. Villa es un futbolista muy diferente a su predecesor, el sueco Zlatan Ibrahimovic, tanto dentro como fuera de los campos. "Estoy aquí para ayudar al equipo en todas las competiciones, no para ser el máximo goleador del club", dijo modesto y humilde.

Cerca de cumplir 29 años, a Villa le motiva alzar títulos para adornar un historial que incluye casi más conquistas personales que colectivas (con la selección). Para ello sabe que es necesario asistir a Messi, quien tampoco se olvidó de ser generoso.