Para aquel que no lo conozca, José Manuel Pérez Herrera (Jerez, 4 de octubre de 1978) es un hombre con las ideas claras. Se ve a leguas que disfruta con lo que hace, que es feliz entre su gente y que cuando terminan las sesiones preparatorias piensa, inmediatamente, en la que ha de venir. Le gusta escuchar y coger de todos lo que pueda servir y en su mirada se le ve la inquietud de alguien que siempre quiere aprender.

Precisamente, con la finalización de un entrenamiento de su nuevo equipo, el San Fernando Club Deportivo, abordamos al técnico azulino. Su respuesta es inmediata. Amable, cordial y siempre con una sonrisa que transmite seguridad y confianza. Son tres semanas de trabajo, las cuales se traduce que, en apenas dos, comenzará la hora de la verdad, empezará a rodar el balón y se abrirán las cortinas de una temporada, que se espera que sea plácida, trabajada, pero acompañada de buenos momentos. Eso lo tiene claro José Pérez Herrera que señala que "a los entrenadores nos gusta trabajar en pretemporada", porque "siempre tiene uno más tiempo para dar a conocer sus intenciones, sus conceptos, lo que se espera de cada uno de los componentes de tu grupo".

Pero "lo que uno quiere es la competición oficial, los partidos de temporada, los rivales, el ambiente de la semana y, sobre todo, del fin de semana. Eso lo lleva un jugador, un entrenador, dentro y es lo que echa de menos", sentencia.

En su nueva casa, en La Isla ha encontrado "una enorme acogida" y sobre todo "un enorme ambiente de fútbol, con una afición muy implicada y cosas muy distintas en las que yo también me tengo que adaptar".

Haciendo referencia a sus antiguos equipos, Sanluqueño y Arcos, donde igualmente manifiesta que ha sido tremendamente feliz indica que "quizás en San Fernando, por la historia que tiene, por lo que arrastra, exista otra forma de ver este deporte. No voy a negar que existe una mayor profesionalización en todos los estamentos y eso si me ha sorprendido gratamente".

Para José Pérez Herrera la Segunda B es un reto, una mirada al horizonte, una nueva perspectiva porque, al igual que muchos componentes del plantel azulino "somos debutantes en la categoría", lo cual le da un plus "de entusiasmo, de ilusión y, sobre todo, de ganas".

Sabe que el equipo es nuevo, renovado y que han llegado muchos jugadores, algunos de apuesta personal, otros ganándose a pulso su continuidad y, en tercer lugar, los llegados en mutuo acuerdo entre la secretaría técnica y su persona han conformado un grupo que "está terminando de conocerse. Por ese motivo, la pretemporada está siendo muy especial, porque no solamente se está fabricando un equipo para competir, sino se están creando los lazos oportunos en el vestuario entre jugadores que ni siquiera se conocían".

Pero a la hora del trabajo, el técnico es claro y conciso. "Tenemos que asimilar los conceptos. Tenemos que tener claras las ideas y, con ese fin se trabaja a diario, ya con la premura de tiempo porque la competición comienza en dos semanas, pero creo que no tenemos pausa y que todo va según lo previsto".

De la forma de trabajar que tendrá el equipo azulino está claro que "como hemos mostrado, queremos protagonismo, el mismo que tuvimos en el primer tiempo del partido ante el Betis B, como referencia a los aficionados que vieron el partido. Intentaremos jugar la mayor parte del tiempo en campo contrario y será el balón el principal valedor. Es como me gusta jugar y no voy a cambiar por estar en superior categoría".

Apela a la humildad y al trabajo "porque es vital el saber donde estamos y donde vamos. El equipo tiene que trabajar, nadie nos va a regalar nada y todo lo tenemos que comprar con espíritu y sacrificio. Creo que esa es la manera", sentenciaba.

El entrenador del San Fernando manda un mensaje para navegantes y afirma que "la afición de La Isla es muy grande y muy entregada con el equipo y de eso he sido testigo. Para nosotros es vital el estar en la mejor de las comuniones con ella, porque todos tenemos que remar en el mismo barco y nosotros tenemos que hacer que ellos disfruten, mientras que ellos tienen que disfrutar con nosotros. Es una de las metas marcadas en esta temporada", señalaba.

Podríamos hablar horas y horas con él, porque a grabadora cerrada sigue comentando cosas del fútbol, planteamientos de una temporada ilusionante. Y sigue amable, cordial y, sobre todo sonriente porque se siente feliz en La Isla.