Todo son parabienes para el San Fernando CD de José Pérez Herrera. En su mejor arranque liguero en Segunda División B, el equipo isleño vive en una nube de la que será complicado bajarlo, sobre todo porque los resultados, el juego del equipo azulino y las siete jornadas invictos han hecho que la ilusión y el optimismo compongan la bandera que ondea en su feudo.

Y es que tras la victoria ante el Recreativo de Huelva, este domingo se espera con ansiedad al Marbella, que puede ser la siguiente víctima a manos del cuadro de La Isla en un partido que tiene su horario de comienzo señalado a las cinco de la tarde en el Iberoamericano de Bahía Sur. Los isleños se medirán a uno de los equipos que partían a principios de temporada como uno de los favoritos para figurar en los puestos donde, precisamente, se encuentran los hombres de José Pérez Herrera.

El técnico azulino, que no se cansa de repetir que hay que seguir con los pies en el suelo y pensar solamente en ir partido a partido, es el más cauto de cuantos rodean al entorno y sabe que para conseguir el primer objetivo propuesto, que no es otro que la permanencia, hay que trabajar con la misma humildad con la que se ha estado trabajando hasta el momento.

Todo hace indicar que los resultados cosechados, principalmente las tres victorias consecutivas que se han conseguido, han levantado, y mucho, los ánimos de una hinchada azulina que acudirá al campo en mayor número que en anteriores jornadas. Por ello, todo conduce a presagiar que las gradas del estadio ubicado en el complejo de Bahía Sur ofrecerán la mejor entrada de la temporada.

En cuanto al aspecto meramente deportivo, las cosas no pueden ir mejor porque el técnico azulino contará, para este partido, con la totalidad de la plantilla. La recuperación total de Buba, que se unió al grupo el pasado miércoles, hace que el entrenador jerezano pueda disponer de todos sus efectivos para el encuentro de mañana.

Del mismo modo, una de las más agradables sorpresas del pasado domingo fue la vuelta a los terrenos de juego, después de nueve jornadas en el dique seco, de Pedro Ríos. El extremo saltó al campo en la segunda mitad del choque ante el Recre onubense y la noticia más positiva es que no se resintió de su lesión, por lo que será un nuevo y agradable quebradero de cabeza para el entrenador azulino.