El éxito en el fútbol sala empieza con un gran aplauso; abriendo los ojos de familiares, compañeros, entrenadores y aficionados en un pabellón que se considera propio y en muchos otros que se sienten como ajenos. Luego, entre acciones y reacciones, llega el reconocimiento en forma de llamadas telefónicas insistentes, acuerdos en formas de palabras y rúbricas en contratos importantes. Y no queda ahí la cosa. Uno no deja de formar parte de un colectivo, pero poco a poco acaba haciéndose un nombre propio; un nombre propio que si se pronuncia con asiduidad y con distintos acentos acaba siendo conocido en todo el universo. Como está ocurriendo con Jesús Nazaret Aicardo Collantes. El gaditano, jugador del Xacobeo Lobelle de Santiago, internacional habitual con la selección española absoluta, acaba de ser elegido mejor joven del mundo en el pasado año 2010, un galardón internacional otorgado por Umbro Futsal y que ha recaído en las dos últimas ediciones en el brasileño Thiaguinho y el ruso Prudnikov.

El techo de Aicardo, que está inmerso en el mundo del fútbol sala desde pequeño, cuando jugaba en su barriada a modo de afición, no para de alejarse en el espacio. Fueron sus padres los que le apuntaron a un equipo para distraerle y desde la primera patada a un balón ya apuntó buenas maneras. El mejor jugador joven del mundo en 2010 ha pasado por varios clubes a lo largo de su trayectoria: su primer equipo fue el Tiempo Libre y después pasó al Géminis y al Virgili. Posteriormente dio el salto al conjunto gallego del Lobelle, con el que creció como jugador y en el que milita en la actualidad. De hecho, en su día firmó un contrato que se extiende hasta el curso 2012/13.

El cierre gaditano del Xacobeo 2010 Lobelle de Santiago, reconvertido en ala, fue designado jugador revelación de la temporada 2009/10 tras disputar las eliminatorias por el título y las finales de la Copa de España y la Supercopa, título este último que logró siendo elegido, además, como el mejor jugador de la final.

Fue convocado por la selección española y debutó en ella el 20 de septiembre de 2010 contra Guatemala, marcando un par de goles. En su segundo partido como internacional, también un amistoso ante Guatemala, marcó otros cuatro tantos.

Recibió la llamada también en ese año 2010 del combinado nacional para disputar el Grand Prix de Brasil, torneo que acabó ganando con mucho protagonismo sobre la pista.

Ahora, pese al contrato que le une al Lobelle para las dos próximas temporadas, el futuro de Aicardo está en el aire, creciendo con su techo. Su evolución no está pasando desapercibida para los equipos más fuertes del fútbol sala español y probablemente del mundo y, pese a que rechazó una oferta para ser jugador de El Pozo de Murcia la próxima campaña, podría acabar cambiando de camiseta. Inter Movistar y Barcelona siguen sus pasos y ambos harán lo posible por contar con sus interesantes servicios el próximo curso.