Cultura

Jonathan Franzen cree que "la rabia se ha apoderado de EEUU"

  • Salamandra pone hoy a la venta en España y Latinoamérica su aclamada novela 'Libertad', donde refleja la frustración de los estadounidenses ante la recesión

El aclamado escritor estadounidense Jonathan Franzen asegura que su país está tomado por la "rabia", sobre todo en el terreno político, y lamenta que su presidente, Barack Obama, sea la principal víctima de un sentimiento que algunos grupos explotan al mezclarlo con grandes dosis de miedo. "La rabia se ha apoderado de EEUU", aseguró ayer en una entrevista con Efe en Nueva York el autor, cuya última novela, Libertad, que sale hoy a la venta en España y Latinoamérica, refleja en cierta medida el ambiente de frustración de los estadounidenses tras los atentados del 11-S y después por los efectos de la recesión.

Libertad, editada por Salamandra con una tirada de 60.000 ejemplares en España y Latinoamérica, que Franzen ha publicada nueve años después de Las correcciones, narra la caída en desgracia de una familia en la era de Bush; un retrato de la psicología de los ciudadanos norteamericanos y de las consecuencias que tienen para el mundo las acciones de sus mandatarios.

La novela, de la que ya se han vendido más de dos millones de ejemplares en todo el mundo, aborda el desasosiego y la rabia de la clase media estadounidense junto a "otras problemáticas a las que ahora no se presta atención, como la evolución de las relaciones entre padres e hijos o la decidida determinación con la que destruimos el planeta", declaró.

Ahora mismo, Franzen (Illinois, 1959) se siente "poco optimista" con Estados Unidos, que vive una realidad que ha cambiado sobremanera en las últimas tres décadas, las que han dejado su huella en la familia Berglund, los protagonistas de Libertad.

"El poder económico se mueve hacia China. Con todo nuestro poder militar, somos incapaces de derrotar a los talibanes en Afganistán", reflexiona el escritor, quien sin embargo considera que su país ha ido a mejor después de que George W. Bush cumpliera su segundo mandato como presidente y llegara Barack Obama a la Casa Blanca. "La noche en que Obama fue elegido presidente fue la más emocionante de mi vida. Me sentí muy feliz y orgulloso de haber puesto a un hombre negro en la Casa Blanca. Fue increíble", asegura Franzen, quien reconoce que el mandatario "no es perfecto". Obama es "esa gran decepción para la izquierda y ese gran anticristo para la derecha", se lamenta Franzen, quien reconoce que, si el presidente está pasando por un momento difícil, en el que se critica su gestión, es en gran medida por su raza.

"Pronto los blancos dejaremos de ser la mayoría en este país. El poder político se mueve hacia los hispanos, los asiáticos y los afroamericanos. Hay grupos que se ven sin poder y eso hace que la rabia se apodere de ellos", sostiene el autor, que ejemplifica su opinión con el surgimiento del movimiento del Tea Party.

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