Con la Venia

Comer del pesebre público. Por Fernando Santiago

  • PESEBRE PÚBLICO

  • En 2012 los economistas Doran Acemoglu y James Robinson publicaron el libro “Por qué fracasan los países” donde se estudia el motivo por el que hay países que progresan y otros no. Descartaron la idea expuesta por algunos de que la climatología o la religión tuvieran alguna influencia. Llegaron a la conclusión que aquellos países con instituciones robustas, separación de poderes y un amplio abanico de libertades progresaban más que quienes no disponían de esos sistemas. En el libro apuntaban la idea de las élites extractivas de rentas, aquellos que en la economía, la política o los medios de comunicación anteponían su interés particular al bien común. César Molina difundió el concepto dedicado a la política en un artículo que tuvo tal éxito que el concepto se extendió. Nadie reparó en que el periodista gaditano Félix Bayón ya había expuesto la misma idea en varios artículos recogidos en el libro “Vivir del presupuesto” donde desgranaba que el principal interés de un político es su propio bienestar y su futuro. Viene esto a cuento por la manera en la que el PP ha captado a dirigentes de Ciudadanos a los que ha ofrecido puestos de mínima relevancia pero todos ellos bien retribuidos. Así Rocío Ruiz, Marta Bosquet, Sergio Romero y el propio Juan Marín han encontrado acomodo en el pesebre público. Si alguna vez creyeron en el liberalismo progresista señalado por los fundadores de su partido, cuando tuvieron que decidir pensaron que lo mejor era tener su propia nómina, aunque sea por cuatro años y de manera vergonzosa. Muchos de estos dirigentes de Ciudadanos, peleados entre sí cuando estaban en el Gobierno de la Junta, han dejado atrás todo tipo de remilgos para asegurarse el salario. Gente sin formación capaces de lo que sea con tal de no tener que volver a sus profesiones anteriores, si los tenían. Por muy honrado y digno que sea el oficio de relojero, comprendo que es mucho más sacrificado y peor retribuido que estar al frente de lo que ellos mismos llamaban hace unos años “chiringuitos”, unidades administrativas creadas solo para acomodar a compañeros de partido. Todos están ahora en chiringuitos variados, comprados por el PP. En realidad lo hizo hace años el PSOE con lo de la Casa Común de la Izquierda, para dar cobijo a antiguos comunistas. Estos sedicentes liberales quieren la menor intervención del Estado en la economía salvo cuando se trata de buscar su propio acomodo . Los del PP dan lecciones de moral un día sí y otro también pero se dedican a comprar voluntades con el dinero público. Ese es el nivel moral de la clase dirigente , quizás por eso Andalucía sigue en el furgón de cola 40 años después. Con estos bueyes aramos. Vergnozoso.

  • Fernando Santiago