Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Los pasajeros de la noche | Estreno en Movistar+

La vida en tránsito

Noée Abita y Charlotte Gainsbourg en una imagen del filme.

Noée Abita y Charlotte Gainsbourg en una imagen del filme.

Corre el año 1981 y los jóvenes celebran en las calles de París el triunfo de Miterrand. Entre el tumulto, una chica observa el plano del metro de la ciudad y recorre con el dedo el itinerario luminoso de una de sus líneas. Ambas imágenes se funden en un plano memorable. Pronto escuchamos la voz de una locutora de radio de uno de aquellos programas de madrugada para la confesión y la charla íntimas. El programa se llama Los pasajeros de la noche y da título a esta discreta, hermosa y emocionante película, la segunda que vemos de Mikhaël Hers tras Amanda, que vuelve a instalarse en un tono cálido, suave y melancólico para desplegar una particular atmósfera susurrada.

Su historia es la de una familia recién abandonada por el padre, una madre (Gaingsbourg), un hijo preadolescente y su hermana mayor que acaban de instalarse en un apartamento de uno de esos edificios modernos desde donde se otea toda la ciudad. A través de sus grandes ventanales podemos imaginar en la distancia ecos y reflejos de historias parecidas, la de mujeres y madres que, en aquellos años, tuvieron que reaprender la vida, reinventarse, como se diría ahora, para dejar atrás la pena, el desgarro o la enfermedad.

Entre imágenes de archivo muy bien ensambladas, texturas de reconstrucción analógica y una envolvente banda sonora de Anton Sanko, Los pasajeros de la noche atraviesa aquellos 80 de la mano de sus cuatro personajes en relevo protagonista: el desarraigo, la incertidumbre y la adicción de Talulah (Abita), aquella joven del inicio recién llegada a la ciudad; el primer amor y el tránsito adolescente del hijo; la emancipación de la hermana y el nuevo rumbo laboral y afectivo de esa madre que poco a poco va curando las heridas.

Hers trenza con todos estos elementos un filme coral que exuda empatía por todos y cada uno de sus personajes, un filme de encuentros, apoyos, dudas y decisiones que se desplaza con suavidad y sigilo, un filme nocturno de skylines y azoteas desde donde contemplar el tiempo que pasa, las alegrías y frustraciones cotidianas de una época de esperanza que coincidió también con los años más difíciles.

Entre dos imágenes postreras, un abrazo de grupo mientras suena Et si tu n’existe pas? de Joe Dassin, y un recuerdo retenido de un momento de felicidad, Los pasajeros de la noche confirma a Hers como un sensible retratista de una memoria sentimental atravesada por las canciones, las películas (Rohmer, Rivette, Duras…), los recuerdos y primeros (des)amores que forjaron la identidad. También como un gran observador de la familia como núcleo de afectos incondicionales y ciclos regeneradores.