El Sevilla Festival de Cine Europeo (SEFF), que celebró su última edición del 7 al 15 de noviembre, ha conseguido "romper su techo" de 60.000 espectadores en las salas al atraer en su última convocatoria a 60.769 asistentes a las proyecciones realizadas durante los nueve días que duró el certamen. El balance presentado ayer por el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, junto a la delegada de Cultura María del Mar Sánchez Estrella y el director de la cita, José Luis Cienfuegos, apunta igualmente que se han mantenido los ingresos de 2013 con los 92.000 euros obtenidos en la taquilla, números que revelan "la estabilidad y solvencia acreditada", en palabras del responsable del encuentro, que ha alcanzado el SEFF en sus once años de andadura.

Por las cifras -a las que hay que sumar los 14.502 asistentes a los conciertos y actividades paralelas-, el festival no parece haberse resentido por el traslado de la programación desde los cines del centro al Nervión Plaza, donde las películas de la Sección Oficial registraron un 78% de lleno de media. Los últimos largometrajes de Roy Andersson, Alain Resnais, Eugène Green, Mike Leigh, entre otros, así como la ganadora del palmarés, la sueca Turist, o el título que inauguró el festival, la española La ignorancia de la sangre, estuvieron entre las nueve películas que agotaron las localidades. Sobre el cambio de sede, Cienfuegos destacó "la cantidad de felicitaciones" que habían recibido de directores presentes en el SEFF por la calidad técnica de las proyecciones. "Ha habido 410 -precisó el alcalde- y no ha habido que suspender ninguna, lo que es todo un éxito. No es fácil gestionar 12 salas en funcionamiento y compaginarlo además con presentaciones o encuentros de los directores con los medios", valoró Zoido.

Frente a las 16.276 personas que acudieron a los pases de la Sección Oficial, 7.489 espectadores lo hicieron a la selección EFA; 6.828 a la sección Las Nuevas Olas, y 2.879 a Resistencias, dos apartados que han ganado peso entre las preferencias de los aficionados, según puso de manifiesto Cienfuegos, cuyo equipo ha vuelto a exhibir un acusado interés por los nuevos talentos del cine europeo con la inclusión de 30 óperas primas en la selección de este año. El público entró menos en la apuesta estética del alemán Heinz Emigholz, pero "un festival tiene que hacer ciclos como éste, hay que tender al equilibrio, porque ya hay otras secciones que aumentan esa media".

Entre los aspectos del SEFF de los que se muestra más orgulloso Cienfuegos sobresale la relevancia internacional que ha alcanzado la cita. En un año en el que no se dio el homenaje a una gran figura como reclamo publicitario, la programación demostró tener ya suficiente entidad para llamar la atención en el circuito de festivales, como demuestra la visita de los directores artísticos de los certámenes de San Sebastián, Rotterdam, Buenos Aires (Bafici), Vila do Conde o Linz, entre otros, y el hecho de que pasaran por la ciudad asimismo programadores y asesores de Cannes (Cannes Classics), Locarno, FICValdivia, la Viennale, Marsella, Nederlands FF o Lima Independiente.