Kick Ass. Acción, EEUU, 2010, 120 min. Dirección: Matthew Vaughn. Guión: Jane Goldman. Intérpretes: Aaron Johnson, Nicolas Cage, Mark Strong, Christopher Mintz-Plasse, Chloe Moretz, Elizabeth McGovern. Fotografía: Ben Davis. Música: Marius de Vries, Danny Elfman, Henry Jackman.

Soy de la opinión de que buena parte de las películas de superhéroes tienen, consciente o inconscientemente, un cierto carácter autoparódico, en la evidencia kitsch de sus materiales pulp, en la fórmula estereotipada de sus esquemas míticos, en el previsible trayecto de sus narraciones épicas en un mundo paralelo que pretende hablarnos de nuestra necesidad de salvadores en tiempos de descreimiento.

Será precisamente por eso por lo que esta Kick-Ass, adaptación libre de la corrosiva historieta de Mark Millar, parodia hilarante y explícita del universo del superhéroe, homenaje también a los incombustibles miembros de su comunidad de culto, nos resulta un artefacto comercial tan astuto e inteligente, capaz de integrar el distanciamiento irónico sobre sus propias claves sin renunciar a ser, al fin y al cabo, una nueva y entretenidísima película de superhéroes para públicos cansados de la fórmula de siempre.

Para empezar, no está nada mal que nuestro héroe responda al nombre de "patada en el culo", toda una declaración de intenciones sobre los límites de sus superpoderes y lo estrafalario de su aspecto en un mundo poblado por adolescentes frikis pegados a la pantalla de su ordenador.

La película que dirige Matthew Vaughn, especialista en vueltas de tuerca genéricas (Layer Cake, Stardust) y dueño de un estilo hiperbólico y pop que aquí viene como anillo al dedo, ha sabido integrar el espíritu gamberro del teenpic en su mejor versión (Apatow-Mottola) para desplegar la parafernalia del superhéroe entre escenas de humor salvaje, situaciones y diálogos políticamente incorrectos, especialmente los protagonizados por la maravillosa Hit-Girl y su padre, interpretado por un festivo Nicolas Cage, y escenas de acción slapstick que no se dejan aplastar por la dinámica de los efectos especiales.