Chiclana celebra el Año Jubilar con la procesión extraordinaria de la 'Esperanza'
La Virgen de las Lágrimas y Esperanza recorre las calles del centro entre un numeroso público en una salida extraordinaria histórica
La procesión, tras la eucaristía de apertura del curso cofrade, tuvo sus momentos álgidos en la calle Bodega, Ayuntamiento y Padre Caro
El Consejo y la Hermandad preparan la salida extraordinaria de la Esperanza en Chiclana
Chiclana ha celebrado en la jornada de este domingo 5 de octubre una de las jornadas grandes del Año Jubilar de la Esperanza decretado para este 2025 por la Iglesia, una cita organizada por el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de la ciudad de la mano de la Hermandad de Humildad y Paciencia y en la que la titular mariana de dicha corporación, María Santísima de las Lágrimas y Esperanza, ha recorrido las calles del centro de la localidad en salida extraordinaria de vuelta desde la Iglesia Mayor Parroquial de San Juan Bautista hasta su sede canónica, la Parroquia de la Santísima Trinidad, San Telmo. La procesión se inició tras la celebración en la citada Iglesia Mayor de la eucaristía de apertura del curso cofrade.
De esta forma, la única imagen de la ciudad cuya advocación se corresponde con la de la celebración del presente año Jubilar de la Iglesia, la Esperanza, ha tomado el protagonismo cofrade y religioso en la localidad, poniendo así el broche a una serie de actos que la propia cofradía ha venido celebrando en los últimos días con tal motivo.
Cabe recordar, en este sentido, que el pasado fin de semana dicha imagen peregrinó hasta la capilla del Convento de las Hermanas de la Cruz, donde permaneció dos días, con motivo del 150 aniversario de la constitución de dicha congregación, una cita que también dejó especiales y emotivas imágenes para el recuerdo.
De igual forma, fue el pasado martes 30 de septiembre cuando la Virgen fue trasladada en parihuela hasta la Iglesia Mayor, donde ha presidido el triduo celebrado en su honor durante los últimos días, como preludio a la salida extraordinaria celebrada en la jornada de este domingo de regreso a su templo.
Así, fueron muchos, cofrades, devotos y público en general, los que quisieron acompañar a la imagen de las Lágrimas y Esperanza en esta cita tan especial, su primera salida extraordinaria en solitario, y muestra de ello fue el gran ambiente que se vivió durante todo el recorrido del paso por las calles del centro. Momentos especialmente emotivos se vivieron en puntos claves del recorrido, como la calle Bodega, en la Plaza Jesús Nazareno, ante el Ayuntamiento, donde incluso sonó el pasodoble Chiclanera dedicado a la Virgen, y en la calle Padre Caro, con una espectacular 'petalá'.
Para la ocasión, el paso lució sin su habitual palio, con el que la dolorosa del Lunes Santo procesiona cada Semana Santa, uno de los conjuntos artísticos y estéticos más impresionantes de la Semana Mayor chiclanera. Pero también sin el palio, dejando estampas para la posteridad, la Virgen lució espléndida durante un recorrido en el que su paso presentaba una composición única, con cuatro faroles cedidos por la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen de la localidad, acompañados por parte de su candelería habitual. La candelería se dispuso con los escudos corporativos de las hermandades y cofradías de la ciudad, así como de las asociaciones parroquiales, Ayuntamiento y Consejo Local de Hermandades y Cofradías, como símbolo de unión en la celebración del Año Jubilar de la Esperanza en esta procesión gloriosa.
A los costeros del paso, se incorporaron cuatro imágenes secundarias que normalmente acompañan al Cristo de la Humildad y Paciencia en su paso procesional, como son San Juan Bautista, San Telmo, Santa Ana y San Agustín, dos en cada lateral, enriqueciendo aún más esta estampa histórica.
El exorno floral estuvo compuesto por pitt nigra, rosas vendela, orquídeas, hypericum, nardos y helecho, compuesto por la floristería La Orquídea Azul.
Para la ocasión, María Santísima de las Lágrimas y Esperanza lució un manto de terciopelo verde bordado perteneciente a la Hermandad de las Cigarreras, de Cádiz, media luna cedida por la Hermandad del Descendimiento, también de la capital gaditana, y saya blanca bordada en oro cedida por su vestidor, Juan Carlos Romero, evocando aquella inolvidable Magna de 2016. Además, lució una ráfaga plateada de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de la Parroquia de San Julián, de Sevilla, realzando su belleza de forma extraordinaria.
La Virgen estuvo acompañada musicalmente por los sones de la Banda Municipal Cristo del Perdón, de San José de la Rinconada (Sevilla), la misma que cada Lunes Santo procesiona tras ella por las calles de Chiclana. Asimismo, el cortejo estuvo compuesto por representantes religiosos, cofrades y municipales, así como de las diferentes hermandades, cofradías y asociaciones parroquiales de la ciudad.
Y también para la ocasión, la hermandad se encargó de engalanar diferentes calles y zonas del itinerario con proclamas, aleluyas, estandartes y banderas que realzaron aún más una salida extraordinaria que contó con una gran ‘petalá’ en honor a la Virgen en la calle Padre Caro, justo antes de su recogida en San Telmo.
Sin duda, una jornada para la historia que dejó tras de sí imágenes y estampas imborrables para el recuerdo y que hizo disfrutar y sentir a cientos de cofrades y devotos.
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