Miércoles Santo en Chiclana: Medinaceli se reencuentra con sus fieles en la calle
La hermandad decidió acortar el itinerario, debido a las adversas previsiones meteorológicas
La lluvia trunca otro Martes Santo en Chiclana

Nuevamente, la lluvia trastocó la Semana Santa de Chiclana. A pesar de que la mañana invitaba al optimismo, el Miércoles Santo estuvo marcado por cierta incertidumbre, debido a que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) apuntaba probabilidad de precipitaciones al final del día, justo cuando el Medinaceli estaría realizando su salida procesional. Con ese panorama se topó la junta de gobierno de la hermandad, que sobre las seis de la tarde anunciaba que recortaba el recorrido.
Una hora más tarde, se abrían las puertas de la Parroquia de San Juan Bautista para dar paso a la cruz de guía y la primera hilera de penitentes. Desde hacía un buen rato, la Plaza Mayor ya estaba repleta de gente dispuesta a no perder detalle del inicio del desfile procesional. Tras la primera levantá en el interior del templo a cargo de la pregonera, María Parra, y bajo los sones de la marcha real interpretada, como ya es tradición, por la Banda de Cornetas y Tambores Fundación Zoilo Ruiz Mateos, de Rota, atravesaba el umbral el esperado Medinaceli, imponente, en su paso exornado con rosas malvas, claveles púrpuras y otras especies en similares tonos.
El Señor estrenaba una túnica en color morado, donada por una hermana de la cofradía. El paso incluía también importantes novedades, como el dorado del frontal, además de la crestería y el policromado en los angelitos que llevan las cartelas laterales.
Seguidamente, el misterio atravesó con majestuosidad la Plaza Mayor en dirección a la calle Fierro. Tras él, una de las principales señas de identidad de esta hermandad, las interminables filas de fieles que procesionan en penitencia, muestra clara de la gran devoción que despierta, no sólo en la ciudad, sino también en localidades vecinas.
Antes de que la Virgen de los Dolores cruzara la puerta, una nube pasajera dejaba algunas gotas y el cielo se tornaba gris. Sin embargo, esto no fue impedimento para que saliera, mientras que la Banda de Música Maestro Enrique Montero tocaba el himno de España, anunciando su presencia. Gustó mucho la elegancia del exorno del paso de palio, con orquídeas y rosas blancas.
Durante todo el recorrido y a pesar del frío reinante, las aceras aparecían repletas de gente, otra demostración más del gran fervor que profesa el pueblo de Chiclana tanto al Señor como a la Virgen de los Dolores.
Pasadas las nueve de la noche, el amplio cortejo entraba en carrera oficial y lo hacía con la solemnidad que le caracteriza, para enfilar las últimas calles hasta llegar a su templo, finalizando así un Miércoles Santo donde el Medinaceli se reencontró con sus fieles tras la suspensión del pasado año a causa de la lluvia.
También te puede interesar
Lo último