Chiclana

Los costes y el agua, demandas vecinales sobre la regularización

  • El debate organizado por La Salineta deja patente el hartazgo y el descontento de muchos de los afectados.

Decepción, desconfianza, incredulidad o incertidumbre. Éstas fueron algunas de las palabras que más se repitieron ayer en el encuentro celebrado en las bodegas El Sanatorio organizado por la AVV La Salineta en el que se trató el tema de la regularización de viviendas en la ciudad, una cita a la que asistió en torno a un centenar de personas, entre las que se encontraban representantes de muchas de las asociaciones y federaciones vecinales del extrarradio chiclanero.

Así, tras una exposición de posturas por parte de los representantes municipales que acudieron a la convocatoria, Andrés Núñez por el PP, Roberto Palmero por IU y Daniel Martín por PCSSP, fue el turno de intervenciones para los propietarios de viviendas irregulares del diseminado y representantes vecinales allí presentes, muchos de los cuales, junto a los ponentes de la mesa, coincidieron en calificar de sorprendente y desafortunada la ausencia del equipo de gobierno en dicho encuentro, tanto en lo que al PSOE como a Ganemos se refiere.

De esta forma, muchos fueron los que se mostraron desconfiados de cara a este nuevo proceso que ahora se abre con la reciente aprobación inicial de las ordenanzas de regularización, en la actualidad en fase de alegaciones, asegurando en este sentido que no se fían ya de las administraciones por los intentos y los desengaños anteriormente vividos.

Asimismo, la necesidad de reclamar y conseguir cambios en la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), por la que se rigen muchos de los procesos y medidas ahora en fase de aprobación local, también pareció aunar muchas de las opiniones allí expuestas, así como la imposibilidad de asumir por parte de los afectados los costes que este proceso conllevará, tal y como está planteado.

La implicación de otras administraciones como la Junta, el Estado o la UE, las dudas que genera la incertidumbre sobre la posibilidad de que el nuevo PGOU pueda volver a ser tumbado por los tribunales, la urgencia manifiesta de que estas zonas tengan acceso de una vez por todas al agua potable o la falta de unión entre gran parte de los implicados en este proceso para reclamar soluciones fueron otros aspectos que también se pusieron sobre la mesa, y que suscitaron las opiniones tanto de representantes vecinales como de los representantes políticos allí presentes.

En lo que respecta a estos últimos, las principales conclusiones en las que coincidieron tanto PP como IU y PCSSP fueron la necesidad de alcanzar acuerdos generales y un diálogo común por encima de intereses partidistas en un problema como éste, de un lado, y la importancia de reclamar a la Junta un cambio en la LOUA que permita afrontar este proceso de regularización, en el que también están inmersas otras muchas poblaciones de Andalucía, desde un punto de vista más social y con garantías suficientes para dar soluciones satisfactorias y asumibles por los ciudadanos.

En cualquier caso, el encuentro de ayer también sirvió para volver a poner en el candelero una situación que no deja contentos a muchos de los vecinos allí representados y que empieza de nuevo a generar un ambiente reivindicativo previo a posibles nuevas manifestaciones y protestas, como algún asistente llegó a plantear.

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